“Estamos viendo un cambio tangible en las percepciones y comportamientos de los consumidores en sostenibilidad”
Según el Índice de Consumidores Futuros de EY, en un mundo marcado por el cambio climático y el aumento del costo de vida, los consumidores están reevaluando sus prioridades y adoptando prácticas más sostenibles. El rol de las compras conscientes y las diferencias generacionales.
La 13ª edición del Índice de Consumidores Futuros (FCI) de EY encuestó a más de 22.000 consumidores en 28 países.
Preocupaciones duales: costo de vida y cambio climático
El informe destaca que el 94% de los consumidores encuestados globalmente aún están preocupados por el costo de vida. Sin embargo, de manera sorprendente, casi el 89% también expresa inquietudes sobre el cambio climático. Esta dualidad refleja la creciente conciencia de los consumidores sobre la necesidad de abordar problemas medioambientales.
Compras conscientes para ahorrar y proteger el medio ambiente
Más del 54% de los consumidores planea gastar menos, principalmente para ahorrar dinero (73% de los encuestados) y porque sienten que no necesitan artículos nuevos (49%). No obstante, el 39% relaciona su reducción de gastos con la intención de ayudar al medio ambiente. La moda encabeza la lista de productos en los que los consumidores planean gastar menos (61%), seguida de juguetes y aparatos (51%) y ropa y calzado (44%).
Además, el 80% de los consumidores tiene la intención de gastar menos en artículos para socializar, ya que buscan pasar más tiempo en casa (41%, un aumento del 6% desde octubre de 2022).
Para ajustarse a sus presupuestos, los consumidores también están cocinando y entreteniéndose más en sus hogares (9% y 5% más, respectivamente, desde octubre de 2022). Además, el interés en las marcas blancas ha disminuido, con un 35% de los consumidores ahora más dispuestos a pagar por marcas en las que confían, un aumento del 10% desde febrero de 2022.
Si bien los eventos de compras festivos siguen atrayendo a los consumidores, con el 61% planeando participar en eventos como el Black Friday, el 71% pospondrá algunas compras hasta estos días, marcando un cambio en el comportamiento de compra.
“Los consumidores están reevaluando constantemente lo que consideran esencial y evitan cada vez más las compras impulsivas no esenciales. Pero la experiencia sigue siendo fundamental como factor decisivo para los consumidores a la hora de elegir comprar online en lugar de ir a una tienda”, afirma Kristina Rogers, líder global de consumo de EY.
Diferencias generacionales en la sostenibilidad
Los datos revelan que después de eventos climáticos extremos, el 42% de los consumidores considera cambiar los alimentos que consumen debido a los efectos del cambio climático. Incluso, el 25% ya está comprando productos que les protegen del impacto del cambio climático.
Otro dato destacado que el informe resalta es que las generaciones más jóvenes expresan su deseo de comprar de manera más sostenible, pero son las generaciones mayores las que adoptan comportamientos de estilo de vida para reducir su impacto. Por ejemplo, el 65% de los baby boomers llevan bolsas reutilizables, en comparación con el 43% de la Generación Z.
Por otro lado, si bien más del 67% de los encuestados atribuyen sus esfuerzos para impulsar el cambio a su profunda preocupación por la fragilidad del planeta, el 56% cree que los consumidores deben presionar a las empresas, y el 73% considera que las empresas deben liderar el cambio, mientras que el 77% afirma que son los gobiernos quienes deben hacerlo.
“Ahora estamos viendo un cambio tangible en las percepciones y comportamientos de los consumidores. No sólo buscan consumir de manera más sostenible, sino que también tienen que adaptar sus estilos de vida para ayudar a abordar los desafíos que plantea el cambio climático. Históricamente, ha habido una brecha entre la intención y la acción de los gobiernos, las empresas y los propios consumidores en sus esfuerzos por abordar la sostenibilidad, pero los efectos reales del cambio climático en la vida de las personas están reduciendo esa brecha y obligarán a acelerar las acciones tomadas por las empresas de consumo masivo para desarrollar la resiliencia empresarial y respaldar los cambios necesarios que los consumidores harán en lo que compran y en cómo lo compran”, agrega Kristina Rogers.
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