La evaluación estudió el grado de preparación del sector financiero para gestionar los riesgos ambientales y sociales de la participación financiera en la industria de la pasta y el papel. Se trata de una evaluación de referencia realizada por un equipo de investigadores de varios países, que evalúa las políticas de 42 bancos privados en materia de papel y celulosa contra los requisitos establecidos en 2016 en el Libro Verde de Red Lines.

El libro verde de Red Lines establece una serie de criterios ambientales y sociales que articulan requisitos mínimos que las empresas de pulpa y papel deben cumplir para ser sujetos de inversión financiera. Las organizaciones miembros esperan que los bancos informen si sus empresas clientes de papel y celulosa pueden  o no cumplir con los requisitos mínimos.

Mandy Haggith, coordinadora del grupo de trabajo de la Red de Papel Ambiental, dijo: "Los resultados de nuestra evaluación revelan que las políticas bancarias son extremadamente decepcionantes. Desafortunadamente ninguno de los bancos que evaluamos se las arregla para protegerse completamente de los clientes que violan las Líneas Rojas. De hecho, para la mayoría, los bancos están en el mejor de los casos parcialmente protegidos. Sólo podemos concluir que el sector bancario no tiene políticas que sean adecuadas para evitar inversiones irresponsables en proyectos y empresas de papel y celulosa. Instamos a todos los bancos a que revisen sus políticas de participación en este sector".

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