BBVA fija un precio interno a sus emisiones de CO2 para reducir su impacto ambiental
En el Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2, la entidad financiera se ha comprometido a ser neutra en emisiones de CO2 en 2020 y asigna desde el 1 de enero un precio interno a sus emisiones, incorporando así este factor en sus procesos de toma de decisiones.
El asignar un precio interno a las emisiones de carbono es un procedimiento novedoso que obligará a cada área de la compañía a planificar el gasto en CO2 que tendrá cada una de sus acciones y favorecerá la reducción de las emisiones. Cada área — y cada empleado en particular —, tomará mayor conciencia porque ese coste de CO2 que emita su departamento (en viajes, por ejemplo) se asignará internamente a su presupuesto.
Esta iniciativa se suma al Plan Global de Ecoeficiencia del banco, que promueve desde hace años medidas de eficiencia energética en sus edificios, el consumo de energía renovable, facilitar el transporte colectivo (lanzaderas) y compartido para sus empleados, o generalizar el uso de videoconferencias que evitan las emisiones derivadas de los viajes.
En los casos en los que no pueda implementar el modelo de reducción directa de emisiones de CO2, BBVA también se compromete a la posibilidad de recurrir al sistema de compensación para aquellas emisiones de CO2 que todavía no ha reducido o eliminado.
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