COP25

¿Cuán ambiciosas son las nuevas metas climáticas (NDC) de Chile para 2030?

08.12.2019 | COP25 Chile

Como presidencia de la COP25, Chile estará en el centro de la atención durante esta segunda semana de negociaciones. Los ojos del mundo están puestos en el liderazgo que pueda tener este país en sus políticas climáticas, en especial en la presentación de la actualización de sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC por sus siglas en inglés). Conversamos con  Nicklas Höhne, del equipo de la organización Climate Action Tracker sobre el análisis recientemente publicado que evalúa la actualización de las NDC de Chile.


Las Contriuciones Nacionalmente Determinadas o NDC los esfuerzos que llevará a cabo Chile a partir de 2020 para cumplir con el Acuerdo de París. Su importancia en la COP25 fue resaltada por la Ministra Caronina Schmidt quien hizo un llamado a los gobiernos a acelerar esfuerzos para presentar sus metas de reducción de emisiones. La importancia de la evaluación de una tercera parte independiente fue resaltada por la Ministra en su discurso, mencionando a Climate Action Tracker como organización evaluadora de la actualización de la NDC de Chile. El video de la Ministra puede encontrase en este link (Min 0:20:39).

La actualización de estas metas se esperaban presentar durante la COP25 que hasta hace un mes atrás se realizaría en Santiago de Chile. Pero el estallido social que se mantiene desde octubre pasado en las principales ciudades chilenas obligó a realizar cambios de último momento en la sede de la COP25, ahora ejecutándose en Madrid, y en la fecha de presentación de la actualización de las NDC para marzo del próximo año.

El contexto político y los compromiso globales ofrecen un panorama igualmente desesperanzador. Únicamente tres países de 163 partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático han realizado propuestas de actualización de sus NDC antes de 2020. Junto a Chile, Mongolia ha sido el único que ha hecho compromisos de actualización y las Islas Marshall han sido las únicas en elevar su propuesta a Naciones Unidas antes de la COP25.

Para comprender cuán ambiciosas son las metas de Chile, conversamos con Nicklas Höhne, del equipo de la organización Climate Action Tracker sobre el análisis realizado de la actualización de las NDC de Chile, el segundo que realizan a las metas de Chile. La organización, compuesta por distintas agrupaciones que estudian las NDC y políticas públicas de los países respecto al cambio climático, había analizado las metas chilenas en 2018 y las había calificado como “altamente insuficiente”, y correspondiente a un escenario de aumento de temperatura de más de 4°C, alejándose de la meta del Acuerdo de París (2°C) y de las recomendaciones de la ciencia (1.5°C). Chile se convertía en el país peor rankeado de América Latina junto a Argentina. 

En aquellas metas, el compromiso de Chile buscaba reducir sus emisiones en un 30%, pero se condiciona a hacerlo hasta un 45% si es que conseguía financiamiento internacional.  En la nueva edición las metas incondicionadas, aquellas que se lograran con los recursos y capacidades actuales de Chile, han aumentado a un 39% de reducción de emisiones. Climate Action Tracker ha calificado en esta nueva edición como “suficientes”, mejorando levemente en su ambición de reducción pero apenas siendo compatible con las metas del Acuerdo de Paris. Höhne menciona que si la meta condicionada que se propone un 45% de reducción de emisiones (con base en los datos de 2016) se refiriera a las metas incondicionadas entonces la calificación cambiaría a "compatible". Pero no es este el caso y Höhne destaca que “además resultó complejo analizar estas metas condicionadas a fondos internacionales por la poca claridad y detalle que ofrecen sobre el tipo de financiamiento que se busca obtener".

Una NDC más transparente pero con puntos a mejorar en las metas condicionales

La evaluación de Climate Action Tracker resalta el avance de las NDC de Chile en materia de transparencia. “La calidad de la presentación de la información, los detalles en los datos y la información sobre metas sectoriales son los avances que ha tenido Chile frente a la NDC anterior que era más complicada de abordar”, indica Höhne. Sin embargo, destaca que las metas condicionadas no han presentado detalles de los compromisos sectoriales, son menos específicos y "no queda claro si se incluyen la reducción de emisiones de los bosques en la fórmula de las reducciones".

“Si bien es importante el rol de los bosques para capturar y sacar emisiones de CO2 de la atmosfera, y es muy bueno que los países se propongan metas de forestación, lo que no es bueno es sumar las emisiones con la captura de los bosques en una misma fórmula, no es correcto cuando los países usan los bosques como la solución para compensar sus emisiones o emitir más”, indica el analista.

“El error es pensar que se puede tener datos detallados de la cantidad de emisiones que capturan los bosques. Además, aun cuando los bosques puedan capturar emisiones cuando se cortan esos árboles las emisiones se liberan nuevamente a la atmosfera”, agrega.

Las plantaciones forestales que tienen un propósito comercial liberan carbono capturado a la atmosfera cuando se realizan los procesos industriales vinculados al manejo intensivo de plantaciones. En Chile, un 54% del volumen total de los bosques cortados se destina a la producción de pulpa de celulosa, usada en la fabricación de papel, pañales y otros productos desechables.

La organización cuestiona que si bien en las metas incondicionales, las que dependen por completo de Chile, sí hacen una diferencia del aporte de los bosques en el cálculo de emisiones, en las metas condicionales no se mencionan el papel de la captura forestal, sentando dudas entre los analistas.  

Este debate sobre el rol de los bosques en la captura de carbono cobra importancia en el marco de la COP25 ya que Chile recibió durante la primera semana de negociaciones dos fondos por más US$ 89 millones de dólares, del Green Climate Fund y del Fondo de Carbono del Banco Mundial, para ejecutar acciones de forestación, restauración, manejo sustentable y silvicultura preventiva, incrementando la superficie de bosques en más de 25 mil hectáreas.
En una entrevista con ComunicarSe, el ministro de agricultura de Chile, Antonio Walker, explicó que el proyecto será administrado por su ministerio con el apoyo de la FAO como intermediario. Aunque no detalló el tipo de plantaciones que se privilegiarán en estos proyectos.

De acuerdo a un artículo publicado en la revista Nature, las metas climáticas no se alcanzarán si los países proponen cumplir su parte en la captura de carbono mediante el establecimiento de plantaciones forestales con fines comerciales. En este sentido los bosques naturales serían en promedio cuarenta veces más efectivos en capturar carbono atmosférico comparados con las plantaciones. 

Cobertura desde la COP25: María Julia Arana

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