Comprender el significado del vínculo entre los Derechos Humanos y el quehacer empresarial es esencial para la proyección de la empresa en el siglo XXI, indica el documento-guía “Empresa y derechos humanos, nuestro compromiso”. En él se destaca la importancia de implementar los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de la ONU y ajustarse al Plan de Acción Nacional de Derechos Humanos y Empresas que el Estado de Chile ha desarrollado.

La guía surge luego de que a fines de marzo se firmara un convenio de colaboración entre el Comité Ejecutivo de la CPC y el Ministerio de Justicia y DD.HH. con el objetivo de promoever el desarrollo de acciones conjuntas en materia de capacitación y promoción de Derechos Humanos en las empresas.  El convenio está enmarcado en el reciente traspaso de la coordinación y administración del Plan de Acción Nacional (PAN) de Derechos Humanos y Empresas desde Cancillería a la cartera de Justicia y DD.HH.

La guía se publicó hace unos días y recomienda realizar un “proceso de debida diligencia” que implica identificar los principales impactos negativos de las empresas sobre las personas y así prevenir, mitigar y responder a las consecuencias negativas de sus actividades sobre los derechos humanos.

“Los lineamientos e instrumentos internacionales en materias de conducta empresarial responsable ponen el foco en que las empresas desarrollen un enfoque preventivo, que permita asegurar el respeto a las personas y al medioambiente. El enfoque preventivo que presentamos de manera simple y práctica en esta guía se convierte, entonces, en un llamado a todas las empresas, sin importar su tamaño o sector económico, a tomar urgente conocimiento y a dar sus primeros pasos en esta materia”, cierra la carta firmada por Alfonso Swett Presidente del CPC; Matías Verdugo Presidente de Acción Empresas; y Hans Eben Presidente del Pacto Global Chile.