"Tenemos que romper el círculo vicioso entre el comercio de minerales y la financiación de conflictos armados … Hoy hemos dado un paso importante en el impulso a la toma de medidas obligatorias en lugar de un sistema voluntario, lo que significa un enorme éxito alcanzado por el Parlamento Europeo", expresó el Presidente del Comité de Comercio Bernd Lange.

Según la nueva normativa, los controles de debida diligencia serán obligatorios para los importadores de estaño, tungsteno, tántalo y oro por ser considerados provenientes de zonas  de alto riesgo.

Las autoridades competentes de los estados miembros de la UE serán las responsables de asegurar el cumplimiento por parte de las empresas, así como para determinar las sanciones en caso de incumplimiento. Todo ello será supervisado por la Comisión de la UE.

Además, las empresas alcanzadas tendrán la posibilidad de unirse a un registro que se creará por la Comisión para poder informar voluntariamente sobre sus prácticas de debida diligencia.

Por otra parte, se destaca el hecho de que no habrá exigencias en este sentido para las pequeñas empresas, las cuales no deberán cumplir con el esquema de debida diligencia a fin de no sobrecargar sus negocios con trabas burocráticas excesivas. Por ejemplo, los metales reciclados, las acciones existentes de la UE y los subproductos estarán excluidos de la regulación.