Esta iniciativa conjunta entre la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, la Red Argentina del Pacto Global y la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos parte de la necesidad de incorporar requisitos e incentivos hacia las Empresas de Propiedad del Estado en las políticas públicas.

La publicación recoge las experiencias del programa y sirve como memoria para que esta iniciativa pueda ser replicada por otras instituciones nacionales de derechos humanos y empresas públicas. Cuenta asimismo con una editorial a cargo de los entes organizadores, y con testimonios de las empresas participantes, así como con algunas de las políticas  de derechos humanos aprobadas por los directorios de dichas empresas.

Las empresas participantes del programa fueron Aerolíneas Argentinas, Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), Banco Ciudad, y Corporación Buenos Aires Sur. Todas estas empresas del Estado reconocen su rol como actores con gran potencial de impacto, con la capacidad de inspirar a su respectivo sector e incorporando la lente de derechos humanos como un diferencial competitivo a largo plazo, que fortalece al negocio.

La publicación destaca cuatro aspectos principales a los cuales contribuyó el Programa:

• En primer lugar, se evidenció que las empresas tenían, al momento de comenzar, distintas iniciativas y prácticas vinculadas con los derechos humanos – protocolos contra la violencia de género, inclusión de grupos vulnerables, programas de seguridad, salud e higiene laboral, gestión ambiental, etc. Sin embargo, dichas acciones no se encontraban identificadas y enmarcadas dentro de una política concreta de derechos humanos. Este programa les permitió contextualizar dichos esfuerzos e iniciativas dentro de una política corporativa de derechos humanos.
   
• En segundo lugar, las empresas tuvieron la posibilidad de conocer y trabajar con una herramienta de autoevaluación en derechos humanos, basada en instrumentos y estándares internacionales. La adopción y apropiación de dicha herramienta y la comprensión de que las mejoras en materia de derechos humanos son continuas y, por lo tanto, también la necesidad de realizar ejercicios de debida diligencia, fueron aportes fundamentales del programa a las empresas.
   
• Resulta necesario destacar también la voluntad de las empresas de avanzar con la agenda de Empresas y Derechos Humanos. En todas las instancias del Programa, la firme decisión de las empresas de autoevaluar su cumplimiento en materia de DDHH y de comenzar a establecer una política corporativa en la materia permitió que sus equipos fueran formados en la perspectiva de derechos humanos y en los principales conceptos de esta agenda. De esta manera, el programa no sólo permitió fomentar y promover dicha voluntad de las empresas, sino también capitalizarla y materializarla en una política concreta de derechos humanos.
   
• Por último, en el desarrollo de las distintas etapas del programa, se comprobó la importancia y necesidad de generar equipos de trabajo interdisciplinarios y transversales hacia dentro de las empresas para iniciar los procesos de debida diligencia, desarrollar una evaluación integral de los riesgos e impactos en derechos humanos y comprometerse a llevar periódicamente dicho proceso.

“Para seguir avanzando y profundizando esta agenda, resulta primordial avanzar con Planes Nacionales sobre Empresas y DDHH y con planes locales de DDHH con capítulos de EDH, como el de GCABA”, concluyen los autores.
 

Programa de Derechos Humanos para empresas de propiedad estatal by ComunicarSe-Archivo on Scribd