Human Rights Watch analiza la gestión de la cadena de valor y los DD.HH. de 13 marcas de joyería

09.03.2018 | DDHH

Los resultados destacan la necesidad de que las empresas de joyería y relojería tomen medidas más enérgicas para garantizar que sus cadenas de suministro estén libres de violaciones de derechos humanos. Asimismo, 29 organizaciones de la sociedad civil y sindicatos apelaron en forma conjunta a la industria joyera para que mejore sus prácticas de abastecimiento.


El informe titulado “El costo oculto de la joyería: Derechos humanos en las cadenas de suministro y responsabilidad de empresas del sector” analiza las prácticas de adquisición de oro y diamantes por parte de 13 de las principales marcas de joyería y relojería que, en conjunto, generan ingresos anuales por más de USD 30.000 millones, o cerca del 10 % de las ventas mundiales de joyería.

Human Rights Watch ha llevado a cabo investigaciones rigurosas en varios países donde se llevan adelante prácticas abusivas, sobre todo contra niños y niñas, que empañan la cadena de suministro de la joyería.

“En decenas de países del mundo se extraen minerales y piedras preciosas que luego se comercializan, exportan y procesan en otros países. Aunque las cadenas de suministro pueden ser extensas y complejas, los profesionales joyeros y relojeros tienen la responsabilidad de asegurar que sus actividades no contribuyan a que haya violaciones de derechos humanos en ninguna instancia de esas cadenas”, manifestó Juliane Kippenberg, directora asociada de derechos del niño de Human Rights Watch.

Human Rights Watch determinó que la mayoría de las 13 empresas de joyería no cumplen los estándares internacionales sobre abastecimiento responsable.

Conforme a los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos, las empresas deberían establecer protecciones conocidas como “debida diligencia en materia de derechos humanos”, un proceso orientado a identificar, prevenir, abordar y explicar su impacto sobre los derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE) ha profundizado este enfoque en su “Guía de debida diligencia para cadenas de suministro responsables de minerales en las áreas de conflicto o de alto riesgo”, el estándar de referencia para el sector.

Las prácticas de las 13 empresas de joyería analizadas por Human Rights Watch difieren sustancialmente. Mientras que algunas empresas han dado pasos importantes para abordar los riesgos para los derechos humanos en la cadena de suministro del oro y los diamantes, otras sencillamente confían en los testimonios no verificados de sus proveedores. La mayoría de las empresas no tienen mecanismos para rastrear el origen del oro y los diamantes que utilizan, y no evalúan en forma suficiente los riesgos para los derechos humanos. La mayoría de las empresas tampoco emiten informes públicos exhaustivos sobre sus acciones en materia de abastecimiento responsable, ni publican los nombres de sus proveedores.

Ranking de responsabilidad minera

Con base en información públicamente disponible o datos proporcionados por las empresas, Human Rights Watch elaboró una clasificación de estas 13 compañías según criterios específicos de abastecimiento responsable, incluidas medidas para evaluar y responder a riesgos de derechos humanos, establecer la rastreabilidad de los insumos e informar públicamente sobre las acciones la empresa.

Human Rights Watch concluyó que ninguna de los 13 podía clasificarse como “excelente”, pero posicionó a una—Tiffany and Co.— como “sólida” por haber tomado medidas significativas para asegurar un abastecimiento responsable; y a cuatro compañías —Bulgari, Cartier, Pandora y Signet— como “moderadas”, en razón de que realizaron algunas acciones importantes para lograr este tipo de abastecimiento.

Otras cuatro —Boodles, Chopard, Christ y Harry Winston— se clasificaron como “débiles” debido a que tomaron pocas medidas para conseguir un abastecimiento responsable, y Tanishq fue calificada como “muy débil”, pues no hay ninguna prueba de que tome medidas para tal fin. Las tres empresas que no respondieron no se incluyeron en la clasificación, porque no divulgan ningún tipo de información sobre sus políticas y prácticas de abastecimiento.

Human Rights Watch también concluyó que las iniciativas existentes sobre abastecimiento responsable, como el Proceso de Kimberley para los diamantes y la certificación del Responsible Jewellery Council, no constituyen, por sí solas, garantías suficientes de que los diamantes o el oro hayan sido extraídos sin contribuir a abusos. El Proceso de Kimberley se enfoca exclusivamente en diamantes que están vinculados con fuerzas rebeldes, se aplica solo a diamantes en bruto y no asigna responsabilidad directa a las empresas.

“Demasiadas empresas señalan su pertenencia al Responsible Jewellery Council como la única prueba necesaria de que cumplen con el abastecimiento responsable; sin embargo, esto no es suficiente para garantizar realmente que haya cadenas de suministro íntegras”, destacó Kippenberg.

Buenas prácticas

Entre las empresas analizadas, Tiffany and Co. se destaca por su capacidad de rastrear el oro que utilizan hasta la mina de origen, y por su evaluación exhaustiva de las consecuencias para los derechos humanos. Cartier compra la totalidad de la producción de una mina de oro “modelo” en Honduras. La joyera suiza Chopard ha trabajado con cooperativas de minería a pequeña escala en América Latina para mejorar las condiciones laborales, y se abastece a través de esas minas. Pandora se destaca por divulgar los riesgos para los derechos humanos identificados en sus auditorías.

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