La participación laboral femenina se retrasó una década en América Latina y el Caribe

04.05.2021 | Diversidad

Una nueva publicación del BID revela que los países de América Latina y el Caribe necesitan recuperar el empleo con medidas que permitan crear más y mejores trabajos, con especial énfasis en oportunidades para las mujeres. Los autores sostienen que para ello será vital que los países de la región implementen medidas en tres niveles: financiamiento a empresas y emprendedores; desarrollo de habilidades; y promoción de regulaciones que dinamicen el mercado laboral.


Previo al COVID-19, la región esperaba llegar a los niveles de participación laboral femenina de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia en 2055, 2073 y 2100, respectivamente. La nueva publicación del BID destaca que la pandemia retrasó estos plazos en más de una década y cómo aprovecharla para transformar los mercados laborales.

La gran oportunidad: de la crisis a la transformación del empleo femenino ” sostiene que en la región una de cada tres pequeñas y medianas empresas está dirigida o son propiedad de una mujer, sin embargo, en promedio, el 70% de estas no tiene acceso al crédito. Para potenciar el crecimiento económico pospandemia el estudio afirma que es necesario crear programas que promuevan la inclusión financiera de las mujeres, como los bonos sociales, entre otros.

Otra característica de América Latina y el Caribe, es que, aunque las mujeres representan el 60% de los graduados de educación terciaria y universitaria, solo 3 de cada 10 se gradúan en carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM o STEM, en inglés). Más aún, representan solo un 20% de los cargos de alta gerencia en la administración pública y menos del 10% de las juntas directivas de las empresas privadas. Por eso, crear incentivos para cerrar las brechas de género en habilidades con programas enfocados en áreas CTIM y ocupaciones emergentes permitiría que las mujeres tengan acceso a mejores empleos.

Sumado a esto, desde antes de la pandemia las mujeres eran quienes más tiempo dedicaban al trabajo doméstico no remunerado y de cuidados, entre 22 y 42 horas semanales en promedio, comparado a las 15 horas destinadas por los hombres. Para asegurar la igualdad de oportunidades, es necesario promover regulaciones que dinamicen el mercado laboral, como los acuerdos de trabajo flexible, la reapertura segura de escuelas y centros de cuidado y las licencias parentales, entre otras.

En la región se llegaron a perder 31 millones de empleos durante la pandemia, las más afectadas y quienes están tardando más tiempo en recuperarlos son las mujeres. El estudio, que reúne investigaciones de diversas organizaciones, explica que la región esperaba llegar a los niveles de participación laboral femenina de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia en 2055, 2073 y 2100, respectivamente, proyecciones que se han retrasado en una década. Además, ofrece soluciones que se pueden abordar desde distintos sectores para aprovechar la crisis económica y reconfigurar los mercados laborales de la región con políticas más inclusivas.

América Latina y el Caribe tardará 68,9 años en cerrar la brecha de participación laboral femenina. Asegurarnos de crear mercados laborales inclusivos permitiría no solo acelerar la recuperación económica, sino también crear más oportunidades para todos los ciudadanos. Por eso desde el BID estamos preparados para apoyar a los gobiernos en esta transformación”, afirmó Caridad Araujo, jefa de División de Género y Diversidad del BID.
 

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