La Conferencia más importante del año sobre Cambio Climático concluyó en Polonia con un día de demora pero con un reglamento del Acuerdo de París aprobado. Las empresas aprovecharon la conferencia para presentar alianzas y nuevos compromisos como una medida de presión para que los delegados gubernamentales aumenten ambiciones durante la negociación.

Por una parte, el sector financiero y los inversionistas dejaron clara la necesidad de aumentar la acción climática solicitando eliminar el consumo de carbón y combustibles fósiles. Más de 400 inversionistas globales con unos USD $ 30 mil millones en activos pidieron a los líderes mundiales fortalecer las metas de reducción de emisiones conocidas como NDS a más tardar en 2020.

Cinco bancos (ING, BBVA, BNP Paribas, Standard Chartered y Société Générale), con una cartera de préstamos  de € 2,4 mil millones, se comprometieron a medir la alineación climática de sus préstamos con el objetivo del Acuerdo de París.

Los bancos firmantes se anunciaron cambios de estrategias para centrar sus negocios en los sectores con menor intensidad de carbono, desarrollando un enfoque por sector. Además aseguraron que la migración será a partir de un trabajo con las empresas clientes para ayudarlas en la transición hacia un mercado bajo en carbono, en lugar de simplemente excluirlas de la cartera.

“Hemos intensificado nuestro diálogo con otros bancos ya que creemos que un estándar para toda la industria aumentará la transparencia y hará que la industria sea mucho más efectiva en la lucha contra el cambio climático. Estoy muy orgulloso de que ING haya liderado el camino para iniciar este movimiento y de que hayamos encontrado otros bancos listos y dispuestos a unirse a nosotros", dijo el CEO de ING, Ralph Hamers.

ING también anunció que el 55% de los préstamos e hipotecas tendrán una etiqueta energética que certifique su eficiencia. Además, buscará extender esta política a sus tres mercados más grandes (los Países Bajos, Bélgica y Alemania) para ayudar a que la cartera hipotecaria tenga un impacto positivo en la captura de carbono. Esto significa que los hogares en la cartera producirán colectivamente más energía de la que consumen.

Por otro lado, durante la COP24 se lanzó la mayor alianza de descarbonización del sector textil. Cuarenta y tres gigantes de la moda presentaron en Polonia una nueva hoja de ruta para profundizar los compromisos de la industria con el cambio climático a través de la "Carta de la industria de la moda para la acción climática". Allí asumen el reto de trabajar en lograr que su cadena de valor sea carbono neutral o cero emisiones en 2050.

La industria del transporte también se hizo escuchar. La mayor empresa logísitca de contendedores del mundo, Maersk, se comprometió a ser carbono neutral para 2050. El CEO de Maersk anunció durante la COP24 que buscará que toda su flota de buques sea cero emisiones y comercialmente viables para 2030.

La industria naviera, que transporta alrededor del 80 por ciento del comercio mundial, representa el 2,2 por ciento de las emisiones de CO2, según la Organización Marítima Internacional (OMI) de las Naciones Unidas. El anuncio de uno de los líderes de la industria motivó conversaciones entre empresas durante la conferencia.

"La única forma posible de lograr la tan necesaria descarbonización en nuestra industria es transformándonos completamente en nuevos combustibles y cadenas de suministro neutrales en carbono", dijo el Director de Operaciones de Maersk, Soren Toft, en un comunicado.

“Dada la vida útil de 20 a 25 años de una embarcación, la industria ahora tendría que comenzar a desarrollar nuevos tipos de embarcaciones que cruzarán los mares en 2050”, dijo Toft.

Coincidencia o no, la industria del transporte terrestre se sumó a la ola de anuncios y cinco nuevas empresas se comprometieron a electrificar sus flotas para 2030, entre ellas el gigante británico de telecomunicaciones BT Group, la compañía energética europea E.ON, la compañía de logística Schenker AG, la canadiense Ontario Power Generation (OPG) y Genesis Energy de Nueva Zelanda.

Al sumarse a la iniciativa EV100, diseñada para acelerar la adopción de los vehículos eléctricos (EV) y liderada por The Climate Group, estas cinco compañías líderes se inician en el desarrollo de estrategias para cumplir con estas nuevas metas para reducir las emisiones del transporte.

Los nuevos compromisos siguen a un anuncio de Volkswagen de producir solo vehículos eléctricos para 2026 y dejar de vender automóviles de combustión después de 2040. Daimler también se comprometió que gastará € 20 mil millones en baterías en la próxima década, para cumplir con su ambicioso objetivo de electrificar toda su línea de productos.

Helen Clarkson, CEO de The Climate Group, dijo: “Las compañías con visión de futuro están avanzando en los vehículos eléctricos para demostrar liderazgo, reducir sus emisiones y preparar sus operaciones comerciales para una economía baja en carbono. A pesar de los tiempos inciertos a nivel internacional, las oportunidades económicas son vastas, y las empresas simplemente están avanzando”.

Estos anuncios fueron muy bien recibidos en la conferencia sobre todo en un contexto político difícil para las negociaciones climáticas. Con el Brexit generando incertidumbre en el Reino Unido, la Administración de EE.UU. cuestionando los subsidios para vehículos eléctricos y Alemania dos años por detrás de su objetivo de lograr un millón de vehículos eléctricos en la carretera para 2020.  Pese a esto, hoy 14 países han asumido compromisos de electrificación con metas previstas que van desde 2021 hasta 2050.