Reporte de brecha de financiamiento en adaptación al cambio climático
PNUMA ha publicado el informe “Adaptation Finance Gap Report”, el cual analiza la brecha que existe entre las condiciones requeridas para lograr las metas en adaptación al cambio climático global –es decir, los ajustes para reducir el potencial daño de sus efectos y aprovechar las oportunidades– y los recursos disponibles para ello.
El primer reporte fue realizado en el 2014, y en él se analizó la brecha a nivel de conocimientos, tecnología y financiamiento. En el 2015, una actualización del informe incluyó el componente de financiamiento y fue presentado en la COP21 de París, haciendo énfasis en el papel de las contribuciones previstas tentativas determinadas a nivel nacional (INDCs, por sus siglas en inglés). El último reporte se centra nuevamente en la brecha financiera.
El informe sostiene que los países en desarrollo deben enfrentar costos por fortalecimiento de gobernanza, lo cual determina la efectividad de las medidas de adaptación. Una prioridad para estos países es también el desarrollo e implementación de políticas de planificación que integren la adaptación en lugar de gestionarla como una actividad aislada, proporcionando un marco flexible para una adecuada toma de decisiones ante la posibilidad de mayores riesgos climáticos en el futuro.
La brecha financiera para la adaptación
Según el informe, los países en desarrollo enfrentan hoy una brecha en financiamiento para la adaptación que aumentaría significativamente entre el 2030 y 2050, a menos que se movilicen nuevos financiamientos para adaptación.
En la actualidad, los costos en adaptación son de dos a tres veces más grandes que el actual financiamiento público internacional, para el 2030 serían de 6 a 13 veces más grandes y en el 2050 los costos serían de 12 a 22 veces más grandes; por citar algunas cifras incluidas en el reporte.
El Acuerdo de París, adoptado en diciembre del año pasado por 195 países, incluye varias disposiciones para promover la adaptación, entre ellas: la adopción de un objetivo global para la adaptación, el compromiso de aumentar los flujos de financiamiento de los países desarrollados a las naciones en desarrollo, y el requisito de elaborar y actualizar periódicamente sus planes y estrategias en adaptación.
Las INDCs –compromisos climáticos presentados por los países– ofrecen información respecto de las necesidades y prioridades en adaptación esperadas en el corto plazo, lo cual es un primer paso hacia la definición de objetivos y metas sectoriales y a nivel de país. Además, clarifican el conocimiento de costos y flujo del financiamiento, fundamental para los países en desarrollo y que les permiten gestionar la adaptación a mediano y largo plazo.
El informe se puede descargar pulsando aquí.
(Fuente: ConexiónCOP)
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