Nuevas formas de contaminación están afectando la calidad del agua dulce en todo el mundo. Los microplásticos generan un impacto negativo en los océanos, pero todavía reciben poca atención en relación a su impacto en los ríos y lagos.  La UNESCO considera que los microplásticos en las vías navegables interiores son un problema cada vez mayor con enormes consecuencias perjudiciales.

Los microplásticos  son pequeños pedazos de plástico menores a 5 mm y se encuentran en todas partes en las vías navegables y los océanos. El informe describe las fuentes principales y propone posibles soluciones.

El autor del informe, Michiel Roscam Abbing, dijo al respecto: "Se está prestando mucha más atención a la contaminación plástica en los océanos que en los ríos y lagos, pero la evidencia no lo justifica. Las expectativas son que nuestro uso de plástico y en particular la gran fragmentación de grandes piezas de plástico aumentará enormemente la cantidad de microplásticos en el agua. Cuanto más pequeñas sean las piezas, mayor será la probabilidad de que entren en la cadena alimentaria y penetren en los ecosistemas. Y una vez que se meten en el agua ya no se pueden eliminar o remover".

Una investigación realizada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), encontró que un alto porcentaje de las fibras y microplásticos primarios liberados por el lavado automático de ropa sintética termina en el medio ambiente, e indirectamente en nuestros alimentos.

Se espera que el estudio se publique dentro de unos meses, es parte del Proyecto “Contaminantes Emergentes en agua” que lleva adelante la UNESCO. Este programa de investigación de la UNESCO es financiado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SIDA). A principios de este año, el ministro sueco de ambiente pidió al Congreso una prohibición de los microplásticos en cosméticos.