Desarrollo sostenible y acción climática en la industria minera

Alicia Moreno Lara
Directora de Estrategia ESG de KPMG México
Es urgente contar con materiales críticos para implementar estrategias detransición energética
18.09.2023 | Opinion

El World Economic Forum (WEF) analiza anualmente los riesgos bajo diferentes horizontes temporales en las dimensiones económica, ambiental, social, geopolítica y tecnológica. Entre los resultados de su edición 2023, la crisis del costo de vida encabeza el listado de riesgos globales en los próximos dos años; mientras que el fracaso de la acción climática, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas se encuentran dentro del top 5 de riesgos en la próxima década.

Ante ello, es relevante que las empresas establezcan estrategias de sostenibilidad que tengan en cuenta los impactos, riesgos y oportunidades (IRO) financieras, sociales, ambientales y de gobernanza, así como el contexto regulatorio, económico, social, político y geográfico en el que están enmarcadas sus operaciones.

Según las Perspectivas Globales de la Minería 2022 y 2023 de KPMG, algunos de los principales riesgos para la industria minera son: un escrutinio más estricto por parte de los gobiernos y los inversores sobre los criterios ESG y objetivos net-zero, la disminución de la calidad de los recursos, el riesgo de fluctuaciones en los precios de las materias primas, el aumento de los costos operativos, la alta exposición en zonas de estrés hídrico, la crisis de talento, el aumento de las regulaciones ambientales y las relaciones comunitarias y la licencia social para operar, entre otros. Esto, enmarcado por las tendencias globales entre las que destacan:

  1. Aumento de la demanda de extracción, transformación, almacenamiento y distribución de materiales críticos para sustentar las acciones de descarbonización y resiliencia climática.
     
  2. Necesidad de estándares de minería responsable para reducir el impacto de los procesos de extracción y producción. Ya que se estima que hay alrededor de 25,000 empresas mineras en todo el mundo, la adopción de normas y principios internacionales es necesaria para focalizar su impacto en los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente.
     
  3. Tensiones geopolíticas derivadas de la necesidad de satisfacer la demanda a nivel mundial y asegurar el suministro de minerales críticos para la transición energética.
     
  4. Protección de los espacios naturales y de la biodiversidad, Patrimonio de la Humanidad y otras zonas de extraordinaria importancia natural o cultural.
     
  5. Maximización del potencial circular de recursos naturales y materiales.

En respuesta a los retos que presenta el entorno y a la necesidad urgente de contar con materiales críticos para implementar estrategias de una transición energética, se identifican acciones clave que las organizaciones fabricantes y mineras deben tomar en cuenta para poder ampliar el suministro de forma rápida y sostenible; entre ellas, la construcción ágil de nuevas minas y ampliación del suministro de materiales existentes; el establecimiento de un suministro más diverso y seguro; el impulso a la producción de materiales responsables y sostenibles; y el fomento de la innovación y la circularidad para reducir la presión sobre el suministro primario.

Finalmente, desde la perspectiva social, es necesario contar con una visión integral al diseñar estrategias que permitan una transición en el sector minería basada en un enfoque sostenible, tomando en cuenta los principios de Transición Justa, que implica anticipar, evaluar y abordar los riesgos y oportunidades sociales de la transición hacia un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y resiliente al clima, así como garantizar un diálogo y una participación significativos para los grupos afectados (incluidos los trabajadores, las comunidades, las cadenas de suministro y los consumidores) en la planificación de la transición energética hacia una economía baja en carbono.

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