Inclusión laboral: entornos más diversos para humanizar el espacio de trabajo
Uno de los objetivos del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo es trabajar para la inclusión laboral de todas las personas en el espectro autista, que, a pesar de tener muchas veces un alto nivel educativo, amplias capacidades y una excepcional orientación al detalle, enfrentan dificultades para insertarse laboralmente y por eso se trata de un grupo con altas tasas de desempleo.
Los prejuicios que existen en la sociedad y los procesos de búsqueda y selección tradicionales son algunas de las barreras a las que se enfrentan estas personas a la hora de buscar trabajo. Lo que puede no ser comúnmente sabido es que, al derribar estos límites, no solo les permitimos a ellos desarrollarse profesionalmente, sino que también beneficiamos a todos los equipos involucrados de una forma invaluable.
“No Dejar a Nadie Atrás” es la promesa central y transformadora de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. Se trata de poner fin a la discriminación y la exclusión, de reducir las desigualdades y vulnerabilidades que no les permiten a las personas explotar su potencial, lo que termina perjudicando a la humanidad en su conjunto. Cambiar esta realidad es una tarea de todos, porque muchas de esas barreras que limitan el desarrollo personal de algunos grupos son el resultado de costumbres sociales o prácticas discriminatorias, que en general están basadas en el desconocimiento y prejuicios o sesgos inconscientes.
Bajo los tres componentes que guían nuestra empresa: diversidad, equidad e inclusión, implementamos hace cinco años en Argentina un programa que el banco venía desarrollando a nivel global para emplear a talentos neurodiversos, en búsqueda de seguir incorporando nuevos perfiles en nuestras áreas de tecnología, operaciones y finanzas.
El desafío fue grande, porque había mucho por aprender. Nos aliamos con expertos en el tema y adaptamos nuestros procesos de selección para reemplazar las tradicionales entrevistas cara a cara por otro tipo de evaluaciones que den cuenta de las aptitudes de cada perfil, capacitamos a nuestros líderes con herramientas para interactuar y retroalimentar el desempeño de los nuevos miembros del equipo e implementamos mentorías y procesos de acompañamiento dentro de la empresa para poder responder a las diferentes necesidades de cada uno.
A partir de la experiencia de estos años, podemos decir hoy que el beneficio fue enorme y tuvo “efectos colaterales” inesperados y extremadamente positivos. No solo hay en nuestro equipo personas que encontraron la oportunidad de desarrollarse en un mercado que les presentaba barreras, sino que también todos los involucrados obtuvieron un aprendizaje invaluable, derribaron prejuicios y hasta mejoraron sus formas de trabajar a partir de la experiencia.
Contar con ellos en nuestro día a día laboral nos enseñó que la diversidad es mucho más que la suma de individuos “diferentes”, porque significa también intercambios más enriquecedores y un impacto que termina beneficiando a la empresa en general, agregando valor al negocio y mejorando el servicio que le damos a nuestros clientes.
Equidad es que, aunque partamos desde diferentes lugares o tengamos distintas necesidades al comenzar, podamos disfrutar todos de las mismas oportunidades. Si como sociedad queremos contribuir a un mundo más diverso, es mandatorio dejar los prejuicios de lado y adaptarnos a los demás.
Esto significa no solo facilitar el acceso al trabajo sino también acompañar el crecimiento todos los días, de forma natural, para que cada persona desafíe sus propios límites y logre desarrollarse. La experiencia nos demuestra que, al final, se requiere muchos menos esfuerzo que el que uno se imagina, porque cuando nos abrimos a conocer a las personas, descubrimos todo lo que son capaces de hacer si les damos la oportunidad. Con equipos diversos, mejoramos tanto la calidad humana de nuestra gente como nuestros resultados como empresa. Una combinación perfecta.
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