La Comisión propone un proyecto de Reglamento por el que se crea un sistema de autocertificación de la UE para los importadores de estaño, tantalio, wolframio y oro que decidan importar de manera responsable en la Unión. La autocertificación implica que los importadores de estos metales y sus minerales están obligados a ejercer la «diligencia debida» mediante el control y la gestión de sus compras y ventas de acuerdo con cinco pasos definidos en la Guía de Debida Diligencia de la OCDE. Este paquete de medidas va a hacer más difícil que los grupos armados de zonas de conflicto y de alto riesgo financien sus actividades con la extracción y el comercio de minerales.

La sección 1502 de la ley Dodd–Frank, aprobada en agosto de 2013, establece que para junio de este año las grandes empresas reguladas por la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. deberán revelar si sus productos contienen “minerales de conflicto” (estaño, tantalio, tungsteno y oro) de la República Democrática del Congo. Además deberán implementar estrategias y planes de acción para mitigar los riesgos e impactos.  Algunas empresas responden con iniciativas y alianzas y otras tratan de apelar a la disposición.

Durante el Consumer Electronics Show (CES) en Las Vegas, el CEO de Intel anunció que la empresa va a dejar de depender de los minerales procedentes de regiones en conflicto bélico para producir sus procesadores. 

El grupo de activistas Walk Free ha iniciado una campaña para solicitar a Nintendo que publique su política sobre minerales en conflicto y especifique qué medidas concretas está tomando para asegurarse que estos minerales no estén en sus productos. A través de un video paródico Walk Free utiliza a los personajes lejendario Mario Bross y Luigi para denunciar la utilización de minerales producidos bajo explotación en el Congo en las consolas de Nintendo.