"Hoy la condición para hacer negocios es que el mundo te lo permita"
Fabio Quetglas es uno de los más destacados expertos en desarrollo local de Argentina. Desde ese expertise particular observa y analiza con una mirada aguda y novedosa el fenómeno de la responsabilidad social empresaria (RSE). En esta entrevista con ComunicaRSE, Quetglas afirma que el lucro como único principio ordenador de la actividad empresaria ha quedado atrás ante la demanda de nuevas formas de legitimización. Hace una una reivindicación de la empresarialidad por sobre el concepto de empresa, donde "la idea de vender algo al otro, el comercio, implica conocer al otro". Explica el vínculo entre desarrollo y conflicto y los mecanismos necesarios para que se den en equilibrio. Tiene una mirada crítica sobre "el culto al emprendedor".
La novedad que viene a instalarse ahora y que era cuestión impensada hace cincuenta años es que la condición de hacer negocios es que el mundo lo permita.
¿Qué grado de importancia real le atribuye al fenómeno de la Responsabilidad Social Empresaria?
Las organizaciones para sobrevivir precisan un conjunto de principios de estabilidad. Estos principios van conformando la cultura organizacional que se vuelven las referencias inequívocas de la empresa. Y las empresas han constituido su ADN sobre la idea del lucro. Esto por fuera de la consideración moral.
El lucro es un principio de estabilidad, porque todos estamos en la empresa para hacerla rentable. Es inevitable que esto impregne hasta en las cuestiones más nimias de la organización porque se constituye en un leitmotiv del día a día. La novedad que viene a instalarse ahora y que era cuestión impensada hace cincuenta años es que la condición de hacer negocios es que el mundo lo permita.
Lo que percibo en las empresas es un enorme esfuerzo para cambiar esta relación y lograr que el lucro conviva con otras pautas motoras y estabilizadoras de la empresa.
¿Qué significa eso?
Por ejemplo, en la época de la ley seca en EE.UU. la industria de las bebidas fue prohibida por el propio gobierno. Los negocios, entonces, pueden ser permitidos o prohibidos. Permitidos bajo un conjunto de condiciones, alguien puede fabricar armas bajo ciertas condiciones o alguien puede fabricar papel bajo un conjunto de condiciones. Entonces, esta relación entre la empresa y su entorno es una relación que se exhibe como crítica desde hace muy poco tiempo.
Lo que percibo en las empresas es un enorme esfuerzo para cambiar esta relación y lograr que el lucro conviva con otras pautas motoras y estabilizadoras de la empresa. Esto primero se introduce muy tímidamente, no cala en las áreas de negocios y financieras, se hace mientras nos va bien y si nos va mal se discontinua.
Esta relación empresas-mundo está siendo resignificada porque el mundo en términos políticos está siendo resignificado.
¿Considera que esta cultura tiende a consolidarse?
Considero que vamos hacia un proceso inexorable de incorporar la RSE como factor fundante de la organización. ¿Por qué creo que es una tendencia inexorable? Voy a poner un caso paradigmático como ejemplo. Es el caso de las empresas tabacaleras. En la década del sesenta su principal preocupación era vender cigarrillos. Jamás se imaginaron en ese momento que su enemigo más peligroso podrían ser los no fumadores, que rechazarían su producto. Pensar que un tercero que no era proveedor ni el cliente podría tener un rol de asediante en procesos judiciales no entraba en la cabeza de nadie.
El ejemplo de la industria tabacalera puede servir para las industrias como las minerías, la industria del fracking. Estas empresas no solo conviven con la comunidad local o sus grupos cercanos. Hoy vienen de todas partes del mundo a reclamar por la minería en el sur, ha cambiado la conciencia planetaria. Esta relación empresas-mundo está siendo resignificada porque el mundo en términos políticos está siendo resignificado.
Esto que era incipiente hace un siglo con el movimiento de trabajadores hoy empieza a consolidarse en un proceso de globalización de la agenda política y las empresas conviven con ese mundo. Creo que el costo y el proceso adaptativo será alto y traumático.
Yo hago una reivindicación de la empresarialidad no de la empresa. Parece algo tan obvio pero la idea de vender algo al otro, el comercio, implica conocer al otro.
En un artículo usted argumenta que las empresas tienen que realizar actividades lícitas con beneficios que excedan a los de la propia empresa, ¿podría profundizar en esto?
Los beneficios para la propia empresa es la actividad del lucro. Yo hago una reivindicación de la empresarialidad no de la empresa. Se trata de un dispositivo organizacional de mucha riqueza porque en su interior hay contractualidad, relaciones y multiculturalidad. Parece algo tan obvio pero la idea de vender algo al otro, el comercio, implica conocer al otro y para ello es necesario una apertura para pensar en lo que quiere. Las empresas que entiendan esa alteridad y además piensan en la mejor forma de hacer las cosas son aquellas que se apropian de una agenda social que va más allá de sus intereses personales. Esto es exceder al propósito de lucro.
Yo creo que ahí está la legitimidad del lucro porque voy a reconocer tu actividad en tanto y en cuanto atiendas a un conjunto de problemáticas que te exceden. El indicador de éxito no solo es la generación de trabajo sino la sostenibilidad. Construir indicadores que excedan mi alcance. Por ejemplo, podemos medir el nivel de integración internacional de las pymes, al medir la capacidad de generar trabajo a las pymes locales pero no solo con mi empresa sino también con otras empresas del mundo.
Creo que en Argentina se resuelven los problemas de una manera más primaria que el nivel de sofisticación que tiene como sociedad.
¿Existe el desarrollo sin conflicto?
Yo creo que no, lo que no significa acabar con la cultura del diálogo sino asumir que los conflictos están y no se resuelven solo de una manera primitiva. Aquí hago una digresión, creo que en Argentina se resuelven los problemas de una manera más primaria que el nivel de sofisticación que tiene como sociedad. Todos vamos el psicoanalista pero al momento de resolver conflictos parecemos una tribu peleando con otra por un pozo de agua. Volviendo, el desarrollo como incorporación de capacidades en una sociedad siempre genera elementos disruptivos y con ello conflictos. La clave es qué tipo de institucionalidad genero para promover la discusión de estos temas y así alcanzar soluciones viables.
En un momento usted alertaba de no confundir la riqueza con el desarrollo y con la generación de capacidades sociales, ¿qué diferencia hay entre estos tres aspectos?
Si yo mañana gano un millón de dólares en el casino me vuelvo rico pero si me caigo al agua y no se nadar de nada me sirve el dinero. No incorporé ninguna capacidad nueva. Cuando subió el precio del petróleo Venezuela obtuvo más dinero. Se trató de un enriquecimiento por un factor exógeno como el precio del petróleo. La riqueza generalmente está asociada a determinado talento organizacional que es eficiente en generar productos y servicios y generar dinero de esa manera. Pero no siempre es así, puede generarse riqueza por fenómenos externos. Es necesario conocer cómo genera riqueza una sociedad. Yo quiero distinguir el stock de capacidades sociales del resultado riqueza que puede ser más o menos coyuntural.
La tendencia de la economía hoy es a la sobre especialización. La única forma de superar estos problemas potenciales es que en cada lugar se pueda territorializar las capacidades.
¿Por qué es mejor analizar la gestión de la cadena de valor desde su territorialidad?
La tendencia de la economía hoy es a la sobre especialización, sobre todo con las TICs y la eficiencia de la logística. Cada empresa se especializa en hacer una parte del producto y por ello trasciende las fronteras. Esto trae consigo muchos problemas, como los de gobernanza. La única forma de superar estos problemas potenciales es que en cada lugar se pueda territorializar las capacidades. Implica diversificar en un mismo territorio e incorporar capacidades distintas. Es otra forma de decir desarrollo e incorporación de capacidades.
¿Tenemos emprendedores porque quieren serlo o porque son trabajadores desalentados? El culto al emprendedor da por descontado que las capacidades del obrero son peores que las del emprendedor y no es verdad.
¿Cuál es su opinión sobre el fenómeno en auge del emprendedurismo?
Me gustaría vivir en una Argentina llena de emprendedores, pero con dos salvedades. La primera es que los emprendedores pueden hacer “casi” todo pero no todo. Las autoridades políticas deben tener en cuenta esto ya que los emprendedores no pueden organizar la política macroeconómica, hacer que se cumpla la ley y generar infraestructura social. El Estado es clave para el desarrollo de estos tres ejes claves. La segunda salvedad se basa en una pregunta: ¿Tenemos emprendedores porque quieren serlo o porque son trabajadores desalentados? El culto al emprendedor da por descontado que las capacidades del obrero son peores que las del emprendedor y no es verdad. Una economía compleja requiere otro tipo de emprendedores. Se necesitan organizaciones competitivas que asuman los riesgos, tengan líderes emprendedores o no.
Existe una fuerte presión internacional en materia de Derechos Humanos en la economía. Como gran conocedor del sector, ¿cree que el agro argentino está preparado para enfrentar los nuevos requisitos y parámetros de derechos humanos?
El agro argentino es altamente heterogéneo, con producciones de altísima diversidad. Es probable que para un gran empresario la adaptación a los Principios de Empresas y DD.HH. sea más fácil que para uno pequeño. Para que este esfuerzo de modernización- ya que aplicar procedimientos de diligencia debida en las cadenas agrícolas es parte de la modernización- se vuelva masivo es necesario contar con políticas públicas e incentivos.
Es necesario tener un diagnóstico claro para ayudar a las empresas a llevar adelante este proceso de modernización. Yo creo en los incentivos. El Agro chileno en 30 años se transformó. Hoy una chacra de una hectárea tiene los mismos estándares sanitarios que una chacra de 200 hectáreas. Lo reivindico por la dificultad de acceder a ciertos estándares que se consideran líderes. Para este pasaje fue clave la demanda del comercio exterior.