La FAO y la OIT se asocian frente al trabajo infantil en la pesca
La FAO y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han hecho público el primer borrador de una guía orientativa que pretende ayudar a los responsables políticos y gobiernos a abordar la espinosa cuestión del trabajo infantil en la pesca. Ambas organizaciones buscan ahora comentarios y aportaciones a la Guía de la FAO y la OIT para abordar el trabajo infantil en la pesca y la acuicultura: la política y la práctica con el objetivo de lanzar una versión final el próximo año.
Muchos expertos coinciden en señalar que el trabajo infantil en la pesca es un problema muy extendido. Pero faltan datos específicos, ya que las estadísticas sobre trabajo infantil son insuficientes y a menudo agrupan juntos a la pesca, el sector forestal, la agricultura y la cría de ganado. En conjunto, se calcula que los trabajadores infantiles en estos cuatro sectores suponen el porcentaje más elevado -60 por ciento- de los 215 millones de menores de edad que trabajan en el mundo.
Las actividades en las que participan los niños varían desde la pesca activa, cocinar en los barcos, bucear en busca de peces de arrecife o para liberar las redes enganchadas, conducir los peces hacia las redes, pelar camarones o limpiar pescado y cangrejos, reparar redes, o trabajar en la selección, descarga y transporte de las capturas y la venta o el procesado de pescado.
Una cuestión compleja
Mientras que algunas de estas actividades son extremadamente peligrosas, otras no lo son. Las labores que realizan los niños no deben ser consideradas necesariamente como trabajo infantil, según el documento de la FAO/OIT. Mientras que el trabajo infantil perjudica al bienestar de los niños y dificulta su educación y desarrollo, otras tareas no lo hacen y pueden ser incluso beneficiosas para los niños a una cierta edad. Por ello las iniciativas para frenar el trabajo infantil deben ser capaces de hacer esta distinción, según el informe.
"El documento orientativo FAO-OIT pretende arrojar luz sobre la cuestión, así como sobre la naturaleza, objetivo, causas y consecuencias del trabajo infantil en la pesca y la acuicultura", señaló Bernd Seiffert, del Departamento Económico y Social de la FAO.
"También ofrece orientación a los gobiernos y a los organismos de desarrollo sobre cómo averiguar dónde ocurre el trabajo infantil en la pesca y la acuicultura, distinguir situaciones en las que los niños ayudan a los medios de subsistencia de la familia de las malas prácticas, incluir estas consideraciones en las políticas nacionales y desarrollar estrategias para abordarlas", añadió Rolf Willman, del Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO.
La prevención es la clave
Invertir en la prevención del trabajo infantil es el enfoque más económico para acabar con esta lacra a largo plazo, según la FAO y la OIT. Ello implica atacar las causas profundas del problema, de forma que los niños en situación de riesgo no pasen a ser niños trabajadores.
"Al atajar la pobreza y promover el desarrollo, los niños cuentan con más oportunidades de permanecer alejados de un trabajo inadecuado, y sobre todo de uno peligroso" señala el documento presentado hoy. Entre otras recomendaciones, se incluyen las de:
- Garantizar que la legislación laboral nacional ofrezca plena protección para los niños.Promover la implementación de esta legislación a través de incentivos y de mecanismos de aplicación
- Implicar a las comunidades locales en la búsqueda de solucionesApoyar proyectos educativos y de lucha contra la pobreza en las comunidades amenazadas
- Mejorar la coordinación entre organismos del gobierno que trabajan en desarrollo rural y cuestiones relacionadas con el trabajo y la pobreza.
- Incorporar la cuestión del trabajo infantil en las "medidas del Estado rector del puerto", usadas para controlar a los barcos que llegan a un puerto.
- Establecer programas adecuados para promover la seguridad en el mar en el sector pesquero, incluyendo las cuestiones de trabajo infantil.