La maternidad sigue siendo castigada en el ámbito laboral

30.09.2011 | Europa

Según un estudio de Fundación Adecco, un 67,5% de las mujeres españolas confiesa haberse sentido discriminada en su puesto de trabajo, en alguna ocasión, al haber visto mermadas sus oportunidades profesionales por ser madre o estar en edad de serlo. Esta discriminación se traduce, según las encuestadas, en las diferentes posibilidades de promoción y ascenso con respecto a sus compañeros varones, así como en las diferencias salariales.


Sin embargo, la investigación también ha encontrado el caso opuesto: mujeres que se han visto obligadas a renunciar a promociones y ascensos profesionales, porque ello era incompatible con sus responsabilidades familiares. En concreto, un 24,7% de las encuestadas así lo declara, un porcentaje que representa los talentos femeninos que se pierden en el mercado laboral por la imposibilidad de conciliar.

Dispuestas a todo por un trabajo

Para las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas, el empleo es un activo aún más vital que para el resto, si cabe. Tienen que sacar adelante a una familia sin más ayuda que ellas mismas y necesitan urgentemente unos ingresos que se lo permitan.

Sin embargo, estas mujeres destacan las dificultades de inserción laboral que encuentran en su día a día, en muchos casos por prejuicios negativos que tienen los empleadores con respecto a las “madres solas”. Ello provoca que la consecución de la estabilidad se antoje complicada, viéndose abocadas, en muchos casos, a la precariedad económica.

Merece la pena reflexionar sobre el motivo por el que las paradas encuestadas no tienen trabajo. Como el resto de la sociedad, un 88,2% se ha visto afectada por despidos o Expedientes de Regulación de Empleo. No obstante, es significativo que un 8,8% está en paro por haberse incorporado recientemente al mercado laboral, debido a su nueva condición de separada, divorciada o viuda, que le obliga a buscar un trabajo para hacer frente a sus obligaciones económicas. Por último, un 2,9% está desempleada por haber renunciado voluntariamente a su trabajo anterior.

Según Delia Salinero, responsable de selección de la Fundación Adecco: “algunas mujeres se incorporan al mercado laboral tras prolongados periodos de inactividad y con ciertas carencias formativas y de autoestima. Con ellas es muy importante trabajar en el reciclaje profesional, las habilidades sociales, de comunicación, etc. Sin embargo, lo que todas necesitan es la posibilidad de conciliar su vida personal con la laboral”.

A tenor de todo esto, la mayoría de las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas está dispuesta a cualquier cosa con tal de trabajar. Así, un 89,1% cambiaría de sector y aceptaría un puesto de cualificación inferior a su formación.

Más reticentes se muestran con la movilidad geográfica, debido a que sus responsabilidades familiares les impulsan a permanecer en una ubicación concreta. De este modo, menos de la mitad de las encuestadas (34,8%) estaría dispuesta a cambiar de ciudad para encontrar trabajo.

Situación formativa y laboral

¿Qué nivel de estudios tienen las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas? En general, no se observa una tendencia clara, aunque se puede concluir que su nivel formativo es medio. Un 29,6% de las encuestadas tiene estudios secundarios, seguido de un 24,7% que tiene estudios de Formación Profesional de grado medio y un 14,8% que cuenta con estudios elementales. Además, un 24,6% de las mujeres tiene estudios universitarios – un 12,3% es diplomada y otro 12,3% es licenciada-. Por último, un 6,2% cuenta con Formación profesional de grado superior.

Los datos del Instituto de la Mujer revelan que el 22,6% de las mujeres que encabezan familias monoparentales se encuentran en situación de desempleo, frente a un mayoritario 77,4% que sí tiene trabajo. Sin embargo, según se desprende de la presente encuesta, un 40% de las ocupadas está interesada en cambiar de trabajo porque no está satisfecha con el actual, principalmente porque no percibe suficientes ingresos o porque no le permite conciliar. De ello se concluye que la mayoría de las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas busca trabajo, ya sea porque no lo tiene o porque aspira a una mejora laboral.

Uno de los principales motivos de la insatisfacción laboral reside, según las encuestadas, en las insuficientes políticas de conciliación existentes. Así, un 71% de ellas denuncia que su empresa no dispone de mecanismos eficaces para permitir compaginar su vida personal con la profesional.

Frente a ellas, un 29% declara que su organización sí cuenta con medios de conciliación, siendo el horario flexible y el abandono del puesto por emergencias familiares, las fórmulas más frecuentes.

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