La Responsabilidad Social debería pasar, en este momento, por un compromiso mayor por el empleo
El Secretario General de UGT, Cándido Méndez, ha manifestado que “en este momento la Responsabilidad Social debería pasar por un compromiso mayor por el empleo”, por eso en lugar de que algunos- como el Instituto de Empresa Familiar- pongan sobre la mesa “ocurrencias de dudoso gusto”, que lo único que pretenden es una vuelta de tuerca a la reforma laboral, se deberían utilizar las modalidades de contratación existentes “que están, en bastantes casos, fuertemente subvencionadas”. El objetivo es que las empresas con posibilidades puedan anticipar contrataciones y luchar contra el desempleo.
Méndez ha hecho estas declaraciones durante su intervención en la presentación de los Estudios del Observatorio de Responsabilidad Social de las Empresas, “Cultura, Políticas y Prácticas de Responsabilidad Social de las Empresas del IBEX 35”.
Un acto en el que también han participado Toni Ferrer, Secretario de Acción Sindical de UGT; Paloma de Pablos socióloga del Gabinete Técnico Confederal; Tomar Perdiguero, Profesor Titular de Dirección de Empresa de la Universidad de Valencia; y Mª Luz Rodríguez Fernández, Secretaria de Estado de Empleo del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Para Méndez, “las dificultades que se van a acumular en relación con la RSE cada día van a ser mayores”, pero no por el comportamiento de las empresas sino como consecuencia de la configuración general del proyecto de integración europea que indudablemente nos repercute de una manera muy clara y muy directa.
En este sentido, ha manifestado la “clara disociación” entre los enunciados de la Estrategia 2020 y “el núcleo duro de la política económica, social y laboral de la UE, que se concreta en el denominado Pacto del Euro”, que se va a discutir esta semana, los próximos días 24 y 25, en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno.
Así, ha afirmado “los enunciados de la estrategia 2020- en el sentido de defender la sostenibilidad económica, medioambiental, social- se dan de bruces con el contenido del Pacto del Euro”.
Un Pacto que ha puesto de manifiesto que la crisis económica, paradójicamente, ha provocado una mayor transferencia de poder hacia la dimensión financiera de la economía, en detrimento de la capacidad de las instituciones democráticas; que utiliza el debate de la productividad como coartada para rebajar los costos y condiciones laborales; y que no contiene un compromiso claro para erradicar el desempleo, que se ha incrementado de manera brutal.
Por eso, la alternativa a este Pacto por el Euro (diseñado por dos países Francia y Alemania y en el que tienen un enorme peso sus sectores financieros, principales acreedores de los países del Sur) es que las instituciones financieras retomen el protagonismo de la lucha contra la crisis, “la búsqueda de un Acuerdo social y laboral con la participación de los sindicatos, la patronal y las instituciones europeas , que apueste por el modelo social europeo, el crecimiento económico y las políticas de empleo”.