El rol de la ciencia en la COP25

“La estrategia no fue solo de socavar el informe 1.5ºc del IPCC sino de bloquearlo explícitamente”

30.09.2019 | COP25 Chile

Maisa Rojas es una de las mujeres científicas más destacadas de Chile, autora de varios informes del IPCC, asesora presidencial para la COP25, y directora del Comité del recién inaugurado Ministerio de Ciencia. En conversación con ComunicarSe, Rojas destacó el rol de la ciencia en las próximas negociaciones a partir de la invitación inédita al Ministerio de Ciencia a participar de la COP25. Además, mencionó el rol de los “actores no estatales”, como las empresas, para hacer frente a una difícil coyuntura política en las negociaciones climáticas.

Periodista: María Julia Arana


Maisa Rojas es directora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y académica del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile. Es la única científica elegida para ser parte del Consejo Presidencial para la Planificación y Desarrollo de la COP25 en Chile, un grupo de 27 asesores formado por expresidentes, parlamentarios, ministros y miembros de la sociedad civil, que contribuirá al lineamiento de políticas públicas del país ante la emergencia climática. Rojas destacó en la entrevista que el objetivo del Consejo es “construir una visión país para Chile de cara a la COP25 y lograr incidencia en políticas públicas”.

Asimismo, Rojas lidera el Comité del Ministerio de Ciencia, recientemente creado para impulsar el conocimiento científico en Chile y a nivel internacional.

 “A nivel internacional, el Comité busca aportar con contenido para las negociaciones durante la COP25, y alimentar los informes del IPCC. Además, deberá aportar a la política pública en Chile y a las tareas del Ministerio de Ciencia a nivel local”, indica Rojas y agrega que el Comité estará en funcionamiento durante la presidencia de Chile de la COP25, que se extiende hasta diciembre de 2020 para la COP26.

Le consultamos a Rojas su opinión sobre si considera verdadero el compromiso del gobierno de Chile de incorporar a la ciencia en las negociaciones de la COP25 y respondió con optimismo indicando que la invitación a que el nuevo Ministerio de Ciencia participe en la COP es una innovación chilena.

La invitación de la presidencia a que la ciencia participe en una COP es algo nuevo, las negociaciones suelen ser llevadas comúnmente por los ministerios de Medio Ambiente y de Relaciones Exteriores. Esta decisión es una innovación, y se puede hacer porque existe ahora un Ministerio de Ciencia. Si la COP se hubiese organizado en Chile el año pasado no podríamos haber realizado esta invitación. Mi lectura es que sí hay un compromiso real. Supongo que el objetivo de impulsar la creación de un Ministerio de Ciencia viene de una convicción de que para alcanzar el nuevo estadio de desarrollo en Chile se requiere de la ciencia”, sostuvo la  climatóloga y asesora presidencial.

Rojas destacó lo sorprendida que estuvo por la buena convocatoria a las siete mesas del comité de ciencia que superaron los 500 científicos chilenos.  “Siempre pensé que conocía a todos los científicos en Chile, pero la convocatoria a las mesas del Comité del Ministerio de Ciencia ha sido sorprendente. Hay más de 500 personas inscritas, es mucho mayor de lo que percibía sobre el tamaño de nuestra red, esta convocatoria los ha visibilizado”.

A continuación, conversamos con Rojas sobre la irreversibilidad del cambio climático y de la urgente necesidad de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. La científica destacó que no hay una relación directamente proporcional entre reducir emisiones y disminuir la temperatura del planeta, y que ser “cero emisiones” en 2050 solo logrará estabilizar la temperatura.

Las temperaturas no volverán a lo que eran antes de la revolución industrial. La meta de descarbonización es para evitar el aumento de la temperatura, a eso apunta la meta del Acuerdo de París, a no sobrepasar el aumento de 2ºC,  o los 1.5ºC que recomienda la ciencia. Apunta a limitar el calentamiento y minimizar los impactos. Pero los impactos ya existen, la temperatura ya subió, y no bajará en tiempos visibles por el hombre”.

Rojas se mostró optimista de alcanzar esta meta de  descarbonización para 2050 y destacó que espera que más países se sumen a Chile en este camino a ser cero emisiones. “El compromiso de Chile con la descarbonización para 2040 es algo muy bueno porque pide ambición liderando con el ejemplo”, indicó pero sostuvo la necesidad de trabajar el próximo año en la implementación de un plan a largo plazo para lograr la descarbonización. “Vamos a tener que sentarnos toda la sociedad para ver como cumplir la meta de ser carbono neutral en 2040. Esto implicará negociaciones difíciles sobre cómo planea Chile llevar el desarrollo en los próximos años. Esta discusión debiera ocurrir el próximo año”.

La chilena es autora contribuyente del Informe Especial sobre 1.5ºC del IPCC, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Además, fue autora del quinto informe de este panel científico y ahora prepara el sexto informe que publicará en dos años más. Le consultamos sobre la polémica que ocurrió sobre el informe del IPCC en las reuniones Bonn. Destacó su frustración ante la poca ambición y falta de sintonía de los gobiernos con la urgencia de la emergencia climática.

“La estrategia no fue solo de socavar el informe 1.5ºc del IPCC sino de bloquearlo explícitamente. No solo se objetó este informe, también otro relacionado a las Contribuciones Nacionales Determinadas. Son muchos los ejemplos que demuestran la estrategia explícita de socavar la ciencia. La explicación es bien simple, hay una oposición explícita de Arabia Saudita por sus intereses comerciales. Porque en el fondo si aceptan las recomendaciones del IPCC se les acaba el negocio del petróleo. Pero habiendo dicho eso, ninguno de los países grandes como EE.UU. o China les pone un freno. En anteriores COP cuando un país quiere empujar su situación por sobre las otras, llegan un par de países a nivelar la cancha. Pero esa contrafuerza en este momento no está existiendo. Una contrafuerza que sí había en París, en la COP21 cuando EE.UU. y China se comprometieron para aprobar el acuerdo. Hoy la coyuntura política global es más compleja para las negociaciones”.

Finalizó destacando el rol del sector privado y de los “actores no estatales”, como la sociedad civil o los gobiernos locales, para hacer presión ante la coyuntura política.

“La participación de las empresas es fundamental, más aún si pensamos en la urgencia de las acciones. Por suerte la convención de Naciones Unidas decidió dar, en la COP20, un espacio a los actores no estatales. Hoy, en un momento donde las negociaciones gubernamentales son complejas, es momento que el motor sea el sector privado. Ese es el rol del Champion de la COP25, Gonzalo Muñoz, que deberá empujar para el sector privado tome responsabilidad de cara a la conferencia. Como sucede en Estados Unidos, por ejemplo, que ante la oposición de Trump los Estados y empresas reivindican su permanencia en el Acuerdo de París”.

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