Las tensiones en materia de diversidad que el Mundial de Qatar le puede generar a las marcas

12.08.2022 | Diversidad

Dialogamos con Arturo Mercado, Director Ejecutivo y Fundador en Nodos, con motivo de un artículo que escribió sentando una postura crítica ante las organizaciones que sponsorean la próxima copa del mundo y, al mismo tiempo, promueven una agenda interna de Diversidad Sexual.


¿Cuál es el contexto en el que se dará el próximo Mundial de Fútbol de Qatar que usted critica en el posteo "La Pelota ya está Manchada"?

Creo que el contexto en el que se da el Mundial es un momento de avance y retroceso de agendas al mismo tiempo. Depende en qué lugar lo vea, en qué agenda, en qué población, en qué país, en qué situación.

Creo que es un momento muy complejo y no hay como una única respuesta, o una única mirada. Es un momento para estar alertas y no dar por sentado que se está ganando ninguna batalla, o que los derechos son inherentes. Pero también estamos en un momento donde por suerte estas cosas se pueden hablar, y hay receptividad en las personas. No sé si de quienes tienen el poder, pero empieza a haber más receptividad. Esto es interesante porque estos temas antes ni siquiera se mencionaban. No nos cuestionábamos en qué país se iba a desarrollar una copa del mundo, o cualquier otro campeonato. Ahora es un tema que se pone en agenda, que empieza a levantarse, que las marcas empiezan a cuestionar, que descubren estas tensiones de que la diversidad y la inclusión no es dar una charla un día al año sino que atraviesa todo el negocio.
 
Pero también creo que es un momento donde no hay respuestas únicas. Creo que hay respuestas correctas, pero no hay respuestas únicas. Por ejemplo, otra reflexión que vengo haciendo desde mi trabajo, acompañando a muchas empresas en distintos espacios de diversidad e inclusión, es que en general las empresas tienen como fin último obtener ganancias. Son muy pocas las empresas que de verdad hacen o tienen sus objetivos puestos en mejorar la vida de las personas. Es como decir “si en el camino de hacer dinero mejoramos la vida de las personas está buenísimo, pero sí no lo logramos veremos cómo lo vamos reparando en el camino”.  

Hay casos en los que cuando uno trabaja con algunas empresas y dice “tu problema está acá y este es el punto por el cual no pueden seguir avanzando” te responden “bueno, sí. Pero arriba no quieren”. Y lo llamativo de esto es que casi siempre no saben ni siquiera cuál es el arriba. Porque a veces ni siquiera es el CEO. Es el grupo de inversores, es el board. Es un arriba que a veces ni siquiera tenemos el nombre y el apellido, Y ahí es donde está la real tensión de nuestra agenda o de la agenda de Diversidad, Equidad e Inclusión. Porque estamos en el punto de tensión entre cómo las empresas siguen haciendo negocios, y cómo en ese camino respetan y/o acompañan el avance de la agenda de derechos humanos. Y en ese punto medio es donde se da toda esa tensión de cómo van a ir dando prioridad, a qué temas, y a qué agenda.


¿Qué contradicciones deben enfrentar las empresas que sponsorean el Mundial y, al mismo tiempo, promueven una agenda interna de diversidad sexual?

Es interesante recordar cómo fue el proceso de adjudicación de Qatar, donde la FIFA decía que Qatar era un país abierto y tolerante a la diversidad, y claramente no lo es. En general las marcas ya sponsoreaban esta competencia desde antes de que se definiese la sede y se han encontrado ahora con este escenario.

Yo no sé cómo se toman estas decisiones, pero seguramente cuando se presentó esta tensión a las empresas, que sé que invierten mucho en temas de diversidad e inclusión, deben haberse preguntado qué deberían hacer. Y aquí aparece de nuevo el tema de las tensiones que mencionaba anteriormente. Porque en esas tensiones siempre hay algo que figura primero en la agenda de prioridades. Y en las prioridades está primero el negocio. Y para quienes somos parte de esos colectivos afectados, decimos qué dolor que el dinero valga más que nuestras vidas. Y si bien yo sé que para millones de personas en el mundo el fútbol es más que una pelota, es triste que una pasión valga más que la vida y los derechos de las personas.

Sin embargo, las marcas pueden hacer cosas a modo resarcimiento con la lógica de la remediación. Por ejemplo, pueden sentar postura ese mes con campañas muy claras en materia LGTBIQ+. Porque sus marcas van a estar en la cancha. Pero podrían pagar tiempo en aire para que previo a que se proyecten los partidos haya un spot diciendo “nosotros respetamos los derechos de las personas LGTBIQ+”.

Inclusive sería interesante que las empresas dijesen que no se dieron cuenta y que ya estaba comprometido el apoyo al Mundial, que no dependía de ellos y que sin embargo creen que los derechos humanos de las personas son más importantes que un acontecimiento deportivo. Con ese 'mea culpa' creo que las empresas podrían ayudar a resolver esa tensión. Me queda claro que la solución no es retirarse del mundial porque hay compromisos, hay contratos firmados, y temas legales que van más allá de esto. Pero las empresas sí puedan remediar y reparar.

A futuro también creo que al momento de elegir la sede de un mundial debería haber un contrato que diga cuáles son los mínimos en derechos humanos a cumplir por los países sede. Porque en ese caso si no lo respetan estarían cayendo en un incumplimiento de contrato de la FIFA. Y ahí las marcas y los países tendrían el poder para actuar.


¿Qué opinión tiene con respecto a la política de diversidad de la FIFA?

Desde mi punto de vista, el programa de Diversidad de la FIFA es un statement hipócrita. Es interesante leerlo porque hay párrafos específicos donde dicen que están en contra de la homofobia pero al mismo tiempo deciden que el Mundial se haga en un país homófobo, que ya sabían que lo era.

Aquí la hipocresía está en que uno puede escribir la mejor política, el mejor programa, publicarlo en la web, armar un cartel contra el racismo en un mundial, pero nada va a cambiar si de verdad no se hacen cambios que tengan que ver con desafiar al poder. Y en este caso el poder está en el dinero. Ese es el punto crítico que tienen todas las empresas como una gran pregunta interna ¿Qué tanto van a desafiar el poder?


¿De qué manera el deporte puede promover la dignidad y los derechos humanos?

En muchas dimensiones. Por un lado, la dimensión interna. Es decir, quiénes son, quiénes juegan, quiénes llegan, cómo llegan. Luego cómo se hace ese proceso. Por ejemplo, conozco gente que está en el ambiente del fútbol y me cuentan que las transacciones de jugadores se hacen como si estuvieran vendiendo animales por dinero, como si fuese una transacción de persona/animal. Por eso es importante revisar este tipo de prácticas.

Otro aspecto clave es el tema de mujeres. Hace poco leí una nota que contaba que las mujeres de las selecciones en Argentina siguen sin ganar ni siquiera el 2% de lo que ganan los varones.  

También es importante trabajar el tema de la masculinidad hegemónica, revisar esos mandatos, los prejuicios, las agresiones y las violencias a quienes no cumplen dichos mandatos, o quienes no son heterosexuales. Hay que recordar que el Día Mundial de la Lucha Contra la Homofobia en el Deporte se da porque un jugador de fútbol se suicida por el bullying que le hicieron sus compañeros después de que él saliese del closet.

Un segundo paso tiene que ver con el compromiso de los equipos hacia afuera. Por ejemplo qué lugar ocupan en la comunidad, qué valores representan frente a la comunidad que están representando. Después a nivel país, no sólo con las políticas sino también con los mensajes que se dan. Una idea interesante a analizar sería qué pasaría si varias selecciones dejasen de ir al Mundial por alguna de estas cuestiones.

Otro aspecto a considerar son las representaciones que se hacen en el mundo del fútbol a través de los periodistas. Por ejemplo, cómo hacen los relatos y los análisis de los partidos, qué frases usan. Porque eso también construye todo esto que estamos hablando sobre el fútbol.

En síntesis, al ver que el campo de trabajo es tan amplio es que aparecen distintas respuestas en materia de sensibilización y trabajo con las personas. Qué significan la discriminación, el acoso o las microagresiones, el tema de las masculinidades, cómo se juegan las masculinidades en la cancha más allá de que hay que ganar, cómo se dan después los vínculos y las relaciones entre las personas del equipo, etc. Creo que en cada una de las cosas que acabo de decir hay posibilidades de hacer acciones. Porque esto no solo es un tema de recursos humanos, o de trabajar hacia adentro y sensibilizar y dar una capacitación un día el año. Es trabajar transversalmente todo hacia adentro y hacia afuera, la marca, lo que se comunica, y cómo se comunica mucho más integralmente.

Añadir nuevo comentario