El aumento del escrutinio de la sostenibilidad creará desafíos a largo plazo para la calidad crediticia de muchas empresas mundiales de la industria de la moda, e impulsará la transformación de la cadena de valor, según el informe "Apparel industry: increasing environmental and social scrutiny to create long term challenges" publicado por Moody's Investors Service.

Según los autores, las prácticas de producción de prendas de vestir tienen un impacto significativo en el medio ambiente y ejercen una presión cada vez mayor sobre los recursos de las materias primas. Esto aumentará los costos de los insumos a largo plazo y erosionará la calidad crediticia de muchas marcas. Las empresas de confección deberán transformar sus cadenas de valor para seguir siendo competitivas.

"Cambiar el comportamiento de los consumidores con conciencia ambiental y social ejercerá una mayor presión competitiva sobre las marcas de moda globales para que se adapten a las medidas de sostenibilidad. Los factores ambientales y sociales a largo plazo pondrán en riesgo la rentabilidad de la industria de la confección", dice Guillaume Leglise, vicepresidente adjunto. Analista, en Moody's Investors Service.

El informe también revela que las pequeñas marcas que ya están sufriendo la pandemia tendrán dificultades para adaptarse, mientras que las grandes marcas internacionales y las empresas de lujo como H&M, NIKE, adidas y Ralph Lauren obtendrán mejores resultados. A su vez, las marcas de "fast fashion" son las que corren mayor riesgo de sufrir la presión competitiva a medida que la sostenibilidad se vuelve más importante para los consumidores.

Moody's considera que los desafíos regulatorios relacionados con la protección de datos también están aumentando para las empresas de indumentaria. Las marcas que utilizan análisis de datos y en línea son vulnerables a los riesgos de protección de datos, los ciberataques y las multas por incumplimiento, todo lo cual puede empañar su reputación.