Schneider Electric se compromete a eliminar la brecha salarial de género en Sudamérica para fines del 2018
En las vísperas del Día Internacional de la Mujer, Schneider Electric anuncia que pondrá a cero, hasta el final de este año, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en posiciones similares en Sudamérica. En la región, las mujeres responden por el 33,5% del cuadro de colaboradores y ocupan el 24% de las posiciones de liderazgo. Además, se anuncia su inclusión en el Índice Bloomberg de Igualdad de Géneros 2018.
La compañía conmemora el cumplimiento, en 2017, de la meta global de un 42% de mujeres en las nuevas contrataciones y la de un 85% de colaboradores trabajando en países cubiertos por proceso de equidad salarial.
La novedad de este año es su incorporación en el Índice Bloomberg de Igualdad de Géneros 2018, cuyos principales objetivos son promover más transparencia en el mercado y elevar la conciencia acerca de temas relativos al género. Lanzado en 2016, y hasta entonces restricto a la industria de servicios financieros, el Índice está abierto ahora para empresas de cualquier sector, con capitalización de mercado igual o superior a US$ 1 mil millones y al menos una negociación de títulos en una bolsa de valores de los Estados Unidos. En total, 104 compañías hacen parte de la lista.
Para sumar el nivel de ambiciones en estas políticas la empresa anunció que globalmente la meta es que la diferencia salarial sea reducida hasta cero en 2020.
“Según un estudio del World Economic Forum, si todo queda como está, la equidad de géneros en el ambiente profesional va a ocurrir dentro de 100 años. ¡Empresas e instituciones tienen que moverse! Somos la mayoría de la población (52%), la mayoría de las graduadas en las universidades (58%) y tenemos más tiempo de estudio que los hombres. Nada más natural que fuéramos, al menos, 50% en las corporaciones, pero somos solo el 5% en el nivel C, y este número no cambia”, sostiene Tania Cosentino, presidenta de la compañía para Sudamérica.
Hasta hoy, cerca de 100 altos ejecutivos actuantes en Sudamérica tuvieron un entrenamiento de parcialidad inconsciente. Por medio de actividades interactivas y simulaciones, la empresa ayuda las personas a identificar prejuicios ocultos y, además, a detectar situaciones en las que la parcialidad influencia en la tomada de decisión y perjudica la organización, los colaboradores, los negocios y la sociedad en general. Entre 2018 y 2019, todos los colaboradores van a ser entrenados presencialmente y también tendrán la versión digital disponible.
“En el mercado de trabajo, los reclutadores y gestores deben quedar alertas para los padrones de comportamiento que dificultan o impiden la admisión y la ascensión de las mujeres en el ambiente profesional”, puntualiza Tania. “Además, tenemos un canal de denuncia – línea telefónica, con sigilo absoluto del denunciante – y políticas de licencia de maternidad y de acompañamiento de gestantes. Hay un planeamiento de actividades – que incluye flexibilización de la jornada y oficina en casa – antes y después de la licencia. Y aún, no se debe asumir, por ejemplo, que una profesional madre de un niño pequeño no quiere ser considerada para una promoción o cambio de país. Tenemos casos aquí que muestran la urgencia en romper padrones mentales establecidos”, completa.
Además, Schneider Electric organiza anualmente el Global Supply Chain Day. Al discutir cuestiones relacionadas a la igualdad de géneros, los participantes terminan por influenciar la cadena de valor y crear otros niveles de preferencia de escoja de proveedores, basados en compromisos como respeto, promoción de derechos, igualdad de oportunidades, tratamiento justo, manutención de ambiente respetuoso y sensibilización de la fuerza de trabajo.
“Es necesario que las empresas comprendan el impacto positivo generado en el negocio por la diversidad y reducción de las desigualdades. En Schneider Electric, hombres y mujeres tienen las mismas oportunidades, los mismos derechos, los mismos deberes. Estudios muestran que, cuando tenemos grupos formados por personas con género, origen, experiencia y formación distintas, hay aceleración de la innovación, mayor compromiso de los colaboradores y mejor resultado económico”, sostiene la presidenta.
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