A partir del 19 de diciembre del 2009 comenzó a regir la Ley N°20.348, que modifica el Código del Trabajo con el objeto de resguardar el derecho a la igualdad en las remuneraciones entre hombres y mujeres que desempeñan una misma función. De esta forma, se igualan las oportunidades y condiciones de trabajo entre los géneros y se establece una igualdad de remuneraciones entre quienes presten el mismo trabajo, no siendo consideradas arbitrarias las diferencias objetivas en las remuneraciones que se funden entre otras razones en las capacidades, calificaciones, idoneidad, responsabilidad o productividad. La ley establece que el empleador deberá cumplir con este principio de igualdad de remuneraciones y si una trabajadora se siente discriminada deberá realizar la denuncia por escrito ante éste, teniendo un plazo de 30 días para responderle en forma fundada y por escrito. Los empleadores que respeten este principio de igualdad en las remuneraciones entre hombres y mujeres, podrán solicitar adicionalmente una rebaja de hasta el 10% de las multas que tengan por origen otras causas, con excepción de las prácticas antisindicales o infracción a los derechos fundamentales.