El Fondo Noruego de Pensiones del Gobierno-Global es uno de los mayores fondos soberanos del mundo y es una de las instituciones más transparentes de su clase. También tiene una misión explícita para integrar a inversiones a largo plazo con un compromiso ético de dos caras: a la participación empresarial de acuerdo con los principios aceptados de la gobernanza mundial de mejores prácticas corporativas, y para asegurar que el fondo no se asocia con compañías que representan un riesgo para la justicia global social y ambiental. Como tal, el fondo noruego tiene una ética mandato, algo notable si se compara con otros fondos de riqueza soberana. En este trabajo, sostenemos que esta misión se entiende mejor en términos de procedimiento y no de la justicia sustantiva. Nuestro argumento se sustenta en referencia a los trabajos recientes sobre la naturaleza de la autoridad estatal y la legitimidad en las sociedades democráticas, la lógica de la gestión institucional y la integración funcional de la toma de decisiones. El documento se centra en la naturaleza e importancia de las recomendaciones del Consejo Asesor de Ética y el ejercicio de las competencias relacionadas con las normas de gobierno corporativo. Consecuencias se extraen para la comprensión del desempeño funcional del fondo en el contexto del cambio de los mercados financieros globales.