Los inversores que vinculan sus objetivos financieros con objetivos ambientales y sociales tienen la intención de aumentar su compromiso en el mercado durante los próximos años, según lo informa el  nuevo estudio “Perspectivas del progreso” de JP Morgan y el Global Impact Investing Network (GIIN). Planean comprometerse con US$ 9 mil millones en inversión de impacto en 2013, frente a un compromiso total de US$ 8 mil millones en 2012.

Telefónica y WEG han pasado a formar parte del Corporate Sustainability Index (ISE), según anunció Bovespa, responsable de la iniciativa en alianza con FGV (Fundação Getulio Vargas).

El gobierno peruano aprobó la creación del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles, SENACE, como “Ventanilla Única” para la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de los grandes proyectos de inversión.

Governance & Accountability Institute acaba de publicar la segunda edición de su investigación sobre Reportes de Sustentabilidad. Busca examinar los efectos (si los hay) de las prácticas de reporte de las empresas y evaluar si aquellas que reportan utilizando el GRI han obtenido más beneficios que las empresas que no lo usaron.  El 53%  de las S&P500 cuentan con reportes de Sustentabilidad, de las cuales 63% utilizan la metodología GRI. El análisis del desempeño financiero de estas empresas muestra que aquellas que reportan tienden a obtener mejores resultados en los mercados de capitales y califican en los puestos más altos de los Rankings más importantes.

CERES presentó su último informe “Water Ripples: Expanding Risks for U.S. Water Providers” que analiza los riesgos de los servicios de agua para los inversores y consumidores de EE.UU. Según sus resultados, los servicios de agua se enfrentan a un futuro con suministros de agua más vulnerables, disminución de la demanda doméstica y  enormes costos de financiamiento en la explotación de nuevas fuentes. El Informe recomienda mayor transparencia en la difusión de información sobre los riesgos de los servicios de agua.

Se anunció la última cartera del índice de sustentabilidad de la Bolsa de San Pablo (ISE) de 2013. Ingresaron Telefónica y WEG, mientras que la fabricante de aviones Embraer y la empresa Anhanguera salieron del índice. Es la octava cartera anual del ISE que reúne a 51 acciones de 37 empresas que representan a 16 sectores por un total de R$ 1,07 trillones de reales en valor de mercado.

Los inversores institucionales que manejan más de $ 2 billones en activos han identificado a la remuneración de los ejecutivos, el cambio climático y las normas laborales con la cadena de suministro como las áreas prioritarias para comprometerse con  empresas de su cartera durante el próximo año. En la encuesta realizada por la ONU en el marco de la Iniciativa PRI se les pidió a los usuarios del Centro de Información identificar las áreas prioritarias para el compromiso de colaboración que será coordinado por la Secretaría del PRI en los próximos 3 años.

¿Es posible que los bancos se dediquen al bienestar económico de los trabajadores y aún así sobrevivan a la crisis financiera? La OIT analiza el caso del Rokin bank, una cooperativa dirigida por sindicatos en Japón.

Los inversores en Australasia están interesados en el desempeño en Sustentabilidad de las empresas, según un nuevo estudio publicado el mes pasado por el Australasian Investor Relations Association (AIRA). La encuesta de AIRA revela que la divulgación y el reporte de temas sociales y ambientales se han convertido en un factor importante e influyente para los inversores. Éstos están interesados en saber cómo se gestionan temas como las emisiones de carbono y el uso del agua. También se evidencia una mayor atención a las cuestiones de Gobernanza, como la estructura directiva y de las prácticas de remuneración.

La publicación y elaboración de esta guía estuvo a cargo del PRI ( Principios para la Inversión Responsable) junto a la iniciativa LEAD del Pacto Global. Se basó en una serie de debates entre un grupo diverso de inversores institucionales y empresas para identificar la racionalidad, viabilidad y eficacia de las prácticas corporativas que incluyen cuestiones ambientales, sociales y de gobierno (ESG)  dentro de los objetivos de gestión y los programas de incentivos.