El estado de la sostenibilidad en la industria de la moda
EY y Modaes han publicado el informe “Shaking Sustainability in the fashion business” con el objetivo de determinar cómo ha avanzado el sector de la moda a escala internacional en el camino a la sostenibilidad y cuáles son los factores que están vertebrando este cambio, paulatino pero incesante.
El informe integra indicadores cuantitativos e información cualitativa, con el objetivo de ilustrar la realidad sobre la situación actual de la sostenibilidad en los mayores operadores de moda.
Según los autores, la sostenibilidad empezó como una moda en las empresas del rubro, utilizada principalmente como una palanca de comunicación. Se invirtieron muchos esfuerzos en demostrar el compromiso de las compañías con el medioambiente. Pero, a día de hoy, no es un sólo una cuestión de “compromiso” empresarial, sino fundamentalmente de “competencia”, de ser capaces de realizar con éxito la transformación que requiere la sostenibilidad en beneficio de todos. Se ha convertido en un imprescindible en la agenda de la alta dirección empresarial. Ello se debe a que nos encontramos ante un nuevo tipo de consumidor, concienciado con el impacto que la industria de la moda pueda tener en el medioambiente. Cada vez son más los consumidores que demandan conocer de primera mano información relevante sobre los productos que están comprando.
“Tradicionalmente, el sector ha acostumbrado al consumidor a percibir la ropa como un artículo barato, efímero, que puede consumirse en una suerte de compra de impulso. Pero quizás ahora sea el momento de firmar un nuevo contrato emocional entre consumidor y sector, donde el primero comprenda que es necesario revalorizar la ropa que compra, que el precio medio tiene que subir y adecuarse a unos valores más acorde a los tiempos que vivimos, y el segundo se comprometa a fabricar prendas duraderas, sostenibles y producir sólo lo que se necesite. Y aquí la comunicación debe jugar un papel clave. No hablamos de una comunicación cualquiera, sino de una honesta y veraz. A través de una buena campaña de comunicación y marketing se puede generar un gran impacto, uno muy positivo que ayude a las compañías a ser percibidas de una mejor manera por la sociedad y a generar mayor engagement con el público”, afirman los autores.
Con respecto a la innovación y la tecnología como palanca hacia la sostenibilidad del sector, el informe plantea que los últimos cambios regulatorios (y los que vienen, sumado a las demandas de los inversores y las que vendrán) refuerzan las prioridades de gestión en la materia. Tanto inversores como reguladores demandan mayor atención sobre diversos aspectos, entre los que destacan el uso de la digitalización y las nuevas tecnologías.
“La utilización de nuevos tejidos y materias primas que forman colecciones más sostenibles, el establecimiento de nuevas estrategias de economía circular y packaging, el desarrollo de alianzas con la cadena de suministro y otras plataformas colaborativas sectoriales o la adaptación de tendencias más disruptivas como el fashion sharing o el trashion son ejemplos que nos muestran no sólo que la sostenibilidad “se mueve” en la moda sino que también la moda, por su contacto directo con el consumidor, “nos mueve” hacia la sostenibilidad. Las compañías del sector tienen el reto de encontrar esos mecanismos o fórmulas que las hagan disruptoras y diferentes, lo cual ayudará a la hora de captar el apetito inversor de los fondos. Los inversores consideran ya imprescindible la sostenibilidad a la hora de valorar inversiones, un elemento que se cuela también en otros mecanismos de financiación. Por tanto, cuanto más evolucione una compañía en materia de innovación que haga que sus procesos sean más cuidadosos con el medioambiente, mayor atractivo a para captar inversión”, afirman los autores.
El informe destaca también que la pandemia ha puesto de relieve la necesidad que tienen las empresas de moda de cambiar su modelo, impulsado por los cambios de hábitos al momento de comprar por parte del consumidor.
“Si bien son todavía muchos los que vinculan la sostenibilidad al medio ambiente, el coronavirus ha puesto de relieve la importancia del propósito social, una correcta gestión del talento y la salud mental. La única forma de concebir la sostenibilidad por parte de las compañías de moda es incorporarla a su estrategia. El reto está en buscar el equilibrio con la rentabilidad. Lo que está claro es que quien haga oídos sordos ante este nuevo paradigma en el que nos encontramos, corre el serio riesgo de quedarse atrás”.
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