El agua, o la falta de la misma, puede afectar directamente a la rentabilidad de las empresas y, de paso, a la confianza del inversor. En los peores casos, la gestión pobre del agua puede forzar el cese o reubicación de las operaciones empresariales. Sin embargo, en lo que se refiere a tratar con temas de agua, muchas compañías no saben dónde empezar. Para afrontar estos desafíos, WWF y DEG han desarrollado una herramienta denominada “Filtro de Riesgo de Agua”.