¿Cómo se aborda la cuestión de género en el ámbito sindical?
El Programa que lleva adelante la Fundación UOCRA, junto al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y distintas agencias del Sistema de Naciones Unidas, pretende resolver este interrogante. Se propone abordar la cuestión de género en los sindicatos desde una “perspectiva de las masculinidades”, es decir desde el involucramiento de los varones a la agenda de género. En un gremio altamente masculinizado como es el de la construcción, esta perspectiva fue la mejor opción para abordar esta cuestión.
El Programa conjunto que lleva adelante Fundación UOCRA con el gobierno argentino y Naciones Unidas arrancó hace más de cuatro años con una primera etapa de adaptación de la perspectiva de las masculinidades al contexto del sector sindical. Como resultado se produjo una guía de acción para delegados y delegadas sindicales, que se usaría como material de trabajo en las subsiguientes capacitaciones.
En diálogo con ComunicaRSE, Celeste Álvarez, coordinadora del Programa Promoción de la Equidad en Fundación UOCRA, describió en qué consiste esta perspectiva de las masculinidades y su adaptación en la guía. “Llevó varios años bajar el concepto de las masculinidades a la realidad argentina y hacer un material comprensible para las trabajadoras de base. Elegimos esta perspectiva porque nos ayuda a reflexionar con los delegados sobre los mandatos sociales y culturales en relación a los roles de género que están naturalizados”.
La guía tiene un abordaje práctico que incluye ejercicios, materiales de reflexión y actividades para realizar con los delegados. Se puede encontrar en su versión online en este link.
El año pasado se llevó adelante la primera fase del ciclo de capacitaciones con base en esta guía, de las que participaron 181 delegados. Uno de los resultados más interesantes de este ciclo fueron los cambios detectados en las percepciones de género de los delegados, monitoreadas a través de encuestas al comienzo y al final de las capacitaciones.
“Una gran mayoría de los delegados creía que la igualdad de género era algo que ya se había alcanzado en nuestra sociedad. Al finalizar muchos habían cambiado esta forma de pensar y habían logrado reflexionar sobre los costos que tiene el mandato de masculinidad sobre sus vidas”, aseguró Álvarez.
Efectivamente, la propuesta del programa es abordar los perjuicios y costos de la masculinidad hegemónica sobre los varones, y las mujeres. Al respecto, Nora Goren, coordinadora técnica de la iniciativa, explicó que los docentes se esforzaron por desandar los preconceptos de género a través del cuestionamiento de los roles de género.
“El hombre, que por su mandato de masculinidad, tiene la obligación de ser fuerte, de ser el potente, tiene cada vez más dificultades para poder serlo. Este mandato es opresor y tiene altos costos para la vida de los hombres. Esto se puso en evidencia cuando se discutía en la clase sobre la crisis del 2001 y la carga de no cumplir con el rol de proveedor del hogar. Derribar estos preconceptos ayudará a quitar presión a la vida de estos varones, a la vez que desarticular la desigualdad y la violencia de género”, aseguró Goren.
Por su parte, Andrea Balzano, coordinadora del Área de Género del PNUD Argentina, propuso algunas explicaciones sobre este cambio de percepción entre los delegados. “Los sindicatos son un sector altamente masculinizado, en los que ha sido históricamente un desafío la discusión y la reflexión de género. Un primer motivo puede ser la falta de formación en la temática. Si bien ha habido algunos avances, nuestro sistema educativo no incluye a las cuestiones de género como contenidos académicos. No tenemos necesariamente, ni varones ni mujeres, una opinión formada sobre el tema. Otra explicación puede ser que muchas veces es difícil para los varones percibir la desigualdad. Cuando se hace el ejercicio de identificar las horas dedicadas a las tareas del hogar y el dinero que implicaría si se pagaran, recién ahí cuando se da un valor monetario a ese tiempo, se percibe la desigualdad en la división sexual del trabajo””.
Balzano destacó la importancia de trabajar con los sindicatos en estos temas porque por un lado son un actor clave en el mercado laboral y por otro siguen reproduciendo las relaciones de desigualdad de género presentes en la sociedad. “Pese a la existencia de una Ley de Cupo Sindical, la falta de presencia de mujeres en puestos de decisión sindical es aún lo dominante. Esto hace más difícil que las necesidades e intereses específicos de las mujeres trabajadoras lleguen a las mesas de discusión en el marco de las negociaciones colectivas. La guía que diseñamos quiere cambiar esto a través del trabajo con los delegados en una agenda de género”.
La segunda etapa de capacitación arrancó este año, con financiamiento de la OIT y del PNUD Argentina. Se diferencia de la primera etapa porque ésta supera el ámbito de la UOCRA e incluye a 10 sindicatos (Luz y Fuerza, UATRE, UOCRA, UPAC, UPCN, UTEDIC, ATE, SUTERH, AEFIP, FAECYT y CGTRA-SICENDIA). Además, busca ser un curso de formación de formadores y por ello exige a sus participantes la realización de, por lo menos, una réplica de las capacitaciones en cada uno de sus respectivos sindicatos. Se espera contar con nuevos resultados sobre las encuestas de percepción al final de este proceso.
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