Según comunicó en su último reporte financiero cuatrimestral, el CEO y fundador de la fabricante de cámaras portátiles recortó sus ganancias desde los US$800,000, más un bono en efectivo por desempeño de US$300,000, que recibió en 2016.

El asunto es que GoPro redujo su plantilla global de 1.254 empleados a menos de 1.000 a partir de setiembre.

La empresa recientemente anunció que renunciará al negocio de los drones, mientras que las acciones de la compañía se han desplomado a un quinto de su valor en el último año. El mercado y los inversores han puesto un cono de dudas sobre su capacidad para generar productos más allá de genérica cámara portátil. Ya tuvo que recortar el precio de su última cámara, la HERO6, de 499 a US$399.